Actualizado 10/11/2021 14:22

¿Cómo y cuándo deben los niños tomar chuches?

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A los niños les encantan las chuches. Sabores dulces, colores y formas llamativas... sin embargo, su cantidad de azúcares y calorías son muy peligrosos, especialmente en niños pequeños. Por ello, lo mejor es dosificar las cantidades de chucherías a los niños pero, ¿cómo hacerlo? ¿se les deben prohibir?

Hay que tener mucho cuidado con las chucherías porque, por ejemplo, sólo 100 gramos de gominolas aportan 360 calorías vacías, es decir, son energía que no tiene nutrientes, por lo que comerlas con frecuencia hace que el organismo las acumules y, por lo tanto, favorecen enfermedades como la obesidad.

Aun así, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) lo deja claro: tampoco se deben prohibir, especialmente si los amigos de nuestros hijos las comen. "Aunque resulte paradógico, pueden ser una buena excusa para reforzarle buenos hábitos sobre los que poder hacer excepciones", explican. Eso sí, siempre que se acompañen de hábitos de vida saludables.

Así, aseguran que las chucherías pueden ser útiles para incentivar el autocontrol del niño, evitando así que el niño se porte mal para que los papás vayamos a "negociar" con él algún trato del tipo: "si te portas bien, te doy una gominola". Así, los refuerzos positivos deben ser indirectos y por acciones ya pasadas: "como te has portado bien, este fin de semana te dejo que tomes dos chucherías en lugar de una".

Trucos para dar chucherías a los niños

Hay muchos tipos de chucherías y no todas son iguales. Así por ejemplo, los chicles, caramelos duros o palomitas de maíz no deben darse a niños menores de tres años, mientras que los famosos gusanitos no generan tantos problemas como las golosinas. Además, los niños menores de cuatro años no deben tomar frutos secos. Por ello, la Aepap recomienda seguir estos consejos:

-Pacta un número de chuches a la semana. No es conveniente que los niños tomen chucherías todos los días, aunque sean pocas. Así, lo mejor es pactar con el pequeño que habrá días sin chuches (la mayoría) y otros en los que sí podrá tomar. De este modo, el niño comprenderá que las gominolas son algo excepcional y con una justificación (cumpleaños, un día especial a la semana, etc.).

-Diversifícalas. Como hemos comentado, no todas las chucherías son nutricionalmente iguales, y lo mejor es que las distribuyas para evitar sobrecargas puntuales de azúcares. Así, desde la asociación explican que lo mejor es elegir aquellas que pesan menos, ya que por el mismo volumen o cantidad (que es lo que percibe nuestro hijo), se ingieren menos calorías.

-No dejes que picotee. Evita que tu hijo picotee continuamente: es mejor agruparlas y tomarlas, por ejemplo, "como postre" de una de las comidas. También aconsejan que se tomen sentados en la mesa y evitando atragantamientos.

-Higiene bucal. Por último, cuida su higiene: asegúrate de que siempre que tu hijo tome chucherías se cepille los dientes después para evitar caries y muelas picadas, por ejemplo.

Ángela R. Bonachera

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