La
conciliación es uno de los asuntos más reclamados por las
familias de todo el mundo. Las cargas laborales hacen difícil poder atender a los hijos, por lo que al final hay que optar por hacer ciertos "sacrificios", bien por renunciar al empleo para cubrir las necesidades del hogar, bien perdiéndose ciertos momentos en la
crianza de los hijos, o por dar más de lo que se puede y que esto termine repercutiendo en la propia salud.