El
23 de abril celebramos el
Día del Libro y, salvo honrosas excepciones, comprobamos que los niños y adolescentes cada vez leen menos, atrapados en unas pantallas que les exigen mucho menos esfuerzo mental que un libro, aunque también les dan menos satisfacciones. Este es un buen momento para mejorar los hábitos de lectura en nuestra familia.