Actualizado 16/05/2024 19:06

Sueño, obesidad y pantallas, un vínculo preocupante

Archivo - La preocupante relación entre el sueño, la obesidad y las nuevas tecnologíasLa preocupante relación entre el sueño, la obesidad y las nuevas tecnología - ISTOCK 

El uso excesivo de pantallas, la falta de sueño adecuado y el aumento de la obesidad se han convertido en problemas de salud pública cada vez más preocupantes. Estudios recientes han revelado un vínculo alarmante entre estos factores, destacando la importancia de abordarlos de manera integral para promover la salud y el bienestar.

La tríada peligrosa: sueño, pantallas y obesidad

Así influyen de forma negativa estos tres factores en nuestra salud y la de nuestros hijos:

1. Impacto del sueño insuficiente
El sueño juega un papel fundamental en la salud física y mental. Sin embargo, la falta de sueño se ha vuelto una epidemia en la sociedad moderna, especialmente entre los jóvenes. Según datos de la National Sleep Foundation, más del 60 por ciento de los adolescentes no duermen las horas recomendadas por noche, lo que puede tener graves consecuencias para su salud.

2. Influencia de las pantallas
El creciente uso de dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores, ha contribuido significativamente a la disminución de la calidad del sueño. La exposición a la luz azul emitida por estas pantallas puede suprimir la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, lo que dificulta conciliar el sueño y obtener un descanso reparador.

3. Obesidad y estilo de vida sedentario
La obesidad infantil y adolescente es otro problema de salud pública que va en aumento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 18 por ciento de los jóvenes en todo el mundo tienen sobrepeso u obesidad. El estilo de vida sedentario asociado con el uso excesivo de pantallas y la falta de actividad física regular es un factor clave en esta tendencia preocupante.

El vínculo invisible en la triada: obesidad, sueño y pantallas

Pero, además la conjunción de estos tres factores da lugar a las siguientes consecuencias físicas y mentales que no debemos pasar por alto:

1. Cambios en los patrones de alimentación. La falta de sueño y el uso excesivo de pantallas pueden influir en los hábitos alimenticios, aumentando la ingesta de alimentos poco saludables y calorías vacías. Los estudios han demostrado que el sueño deficiente está asociado con un aumento del apetito y una preferencia por alimentos ricos en grasas y carbohidratos.

2. Disrupción del metabolismo. La falta de sueño y la exposición prolongada a las pantallas también pueden afectar al metabolismo y a la regulación del peso corporal. La interrupción del ritmo circadiano puede alterar la producción de hormonas relacionadas con el hambre y la saciedad, lo que lleva a un mayor riesgo de obesidad y trastornos metabólicos.

3. Impacto en la salud mental. Además de los efectos físicos, la falta de sueño y el uso excesivo de pantallas también pueden tener un impacto negativo en la salud mental de los jóvenes, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos psicológicos.

Estrategias para cambiar y mejorar la salud

Fomentar hábitos de sueño regulares y establecer una hora de acostarse de forma rutinaria puede puede mejorar la calidad del sueño y promover un estilo de vida más saludable.

Además, también será de gran ayuda stablecer límites claros para el uso de dispositivos electrónicos y fomentar actividades lejos de las pantallas, sobre todo por la tarde noche, así reduciemos la exposición a la luz azul y mejoraremos nuestra calidad del sueño.

Para promover nuestra actividad física es importante participar en deportes, clases de fitness o baile. Así podemos contrarrestar nuestro estilo de vida sedentario y ayudar a controlar el peso corporal.

El vínculo entre el sueño insuficiente, el uso excesivo de pantallas y la obesidad es innegable y preocupante. Para mitigar estos problemas asociados es esencial promover la salud y el bienestar de los jóvenes fomentando hábitos de sueño saludables, limitando el tiempo de pantalla y promoviendo un estilo de vida activo.

Marisol Nuevo Espín

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