No cabe duda de que la
alimentación juega un papel muy importante en el bienestar de toda persona. Mayores, adultos e
hijos deben tener en cuenta aquello que ponen sobre la mesa ya que tendrá consecuencias tanto a largo plazo, como en el corto. Un buen ejemplo es la evidente relación entre una dieta basada en grasas saturadas y una mayor presencia de
obesidad en este sector de población.