Si se os ha ido las manos con el uso de las pantallas durante el verano, bienvenido sea el otoño y la vuelta al control. Unos cuantos límites sencillos y alcanzables nos ayudarán a todos a tener mejor relación con la tecnología.
Nos adentramos en el otoño, en el curso, en las tardes largas, en los anocheceres tempranos.
Y quizá durante el verano se nos ha ido de la mano el uso de las nuevas tecnologías. Demasiado tiempo de ocio, demasiadas horas sin control.
No pasa nada. Hay vuelta atrás. Y no es tan difícil como parece.
Te proponemos siete trucos para limitar desde hoy, fácil, en tu casa, el uso de las nuevas tecnologías.
1 Nunca es tarde, aunque se nos haya ido de las manos.
Nada de considerarnos los peores padres del mundo porque les hemos dejado pantallas durante demasiado tiempo. Cualquier día es bueno para volver a empezar
2 Empieza por metas alcanzables y sencillas.
Entre el blanco y el negro hay toda una escala de grises que podemos recorrer. Pon normas que se puedan cumplir para que todos nos sintamos orgullosos.
3 El compromiso lo adquirimos todos: damos ejemplo.
Si ponemos las normas, es para toda la familia, aunque nos cueste, aunque llamen del trabajo, aunque nos parezca muy urgente, los móviles sólo cuando toca.
4 Crea espacios libres de móvil y espacios con móvil.
Así es más sencillo controlarse: móviles en la zona común entre tal hora y tal otra. Mesa libre de móviles. Por la noche, leemos en papel y a dormir.
5 Pon horarios claros de uso del móvil y no te los saltes.
Es lo que más ayuda, porque sabemos cuándo vamos a poder usarlos y ya no nos obsesionamos con ellos. Aprenderemos todos a organizar mejor el tiempo.
6 Busca alternativas al móvil en vuestra vida cotidiana.
Lo que se puede hacer sin móvil, mejor sin móvil, porque así no nos genera tanta dependencia aquella parte de la tecnología que resulta tan adictiva.
7 Reíros mucho con esta experiencia en familia.
A los padres también nos va a costar un montón, así que nada de sermones. Nos tomamos esto como una aventura en familia y nos reímos de cada situación.
Recomendación literaria

Pantallas, qué remedio. Cómo sobrevivir, con pensamiento crítico, al entorno digital
Seguro que recuerdas esta escena: toda la familia reunida alrededor de la única televisión del salón de la casa para ver la película de la semana. Es nostálgica, ¿verdad? Ahora la norma es que haya varias pantallas por cabeza y cada uno las disfrute en su habitación, con tantas opciones que lo difícil es elegir y lo fácil, equivocarse.
El título de este libro refleja el gran debate que nos asalta a los padres hoy: Pantallas, qué remedio. Porque ese «qué» incluye el «cómo lo remedio» cuando sé que las condiciones no son siempre ideales. Pero también incluye el que «hay remedio» a este problema y lo tenemos al alcance de nuestra mano, concretamente en esa comida familiar que compartimos cada día.
Somos optimistas. No todo es negativo. Tenemos noticias esperanzadoras que arrojan claridad a la materia. En estas páginas vamos desgranando los temas más importantes sobre los que reflexionar para conocer mejor este mundo digital que nos atrapa a todos, padres e hijos. Solo así podremos desarrollar el pensamiento crítico que nos impida caer en la espiral del algoritmo y la agonía de la adicción.
Así que, sí, hay remedio. Está aquí, en nuestra casa, y consiste en horas de charla compartida que nos ayudarán a prepararnos mejor para este mundo que ya va a estar siempre lleno de pantallas.
Qué remedio.