Actualizado 22/06/2022 13:17

España, a la cabeza en adicción a WhatsApp y a Internet

Adicción a las redes sociales
ISTOCK

España es el mayor consumidor de smartphones de Europa. Según un estudio realizado por el Pew Research Center en 2018, las aplicaciones de mensajería inmediata como WhatsApp se han convertido la principal herramienta de comunicación entre adolescentes. El estudio se basó en la entrevista de 750 menores de entre 13 y 17 años.

El cambio en las formas de relacionarse está provocando, "un aumento de problemas como la dependencia al móvil o la disminución del rendimiento escolar", afirma la Dra. Elisa Ibáñez, psiquiatra de las unidades de desintoxicación y salud mental de los hospitales Vithas Nisa Aguas Vivas y Valencia al Mar/Ivane Salud de Valencia.

Un 77% de las personas que tienen un smartphone padece síntomas de ansiedad por no poder consultar su teléfono. El uso descontrolado puede conducir a conductas obsesivas y a convertirse en personas posesivas y controladoraso. Y otra consecuencia es el 'phubbing' o menosprecio a las personas por dar más importancia a los dispositivos móviles. 

Señales de uso descontrolado

Lsa doctora Elisa Ibañez apunta los siguientes síntomas que pueden aparecer en personas que presentan comportamientos irrefrenables al uso de aplicación WhatsApp y otras formas de mensajería inmediata:

1. Contestar de forma compulsiva a los mensajes recibidos.o Incapacidad a la hora de relacionarse con otras personas sin dejar de utilizar el teléfono móvil.

2. Crear conflictos o tergiversar conversaciones.

3. Mostrar desinterés por la vida cotidiana.

4. Utilizar la aplicación como una forma de controlar a la pareja.

5. Desarrollar conductas obsesivas compulsivas.

6. Baja autoestima, depresión o tristeza al sentirse rechazados.

7. Nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil.

8 Síndrome de la llamada imaginaria, al estar pendiente del smartphone continuamente se cree que se reciben llamadas o mensajes que realmente no se han recibido.

9. Síndrome del doble check: consultar permanentemente si la otra persona ha leído el mensaje, ya que aparece un doble check azul cuando lo recibe.

10. Phubbing o menosprecio a las personas por dar más importancia a los dispositivos móviles.

Los síntomas pueden ir más allá de los psicológicos y aparecer problemas físicos como tendinitis, ausencia de sueño, dificultades en el aprendizaje o mente ausente y disminución de la capacidad de retención. "También sentimiento de tristeza al demorarse o no recibir las contestaciones esperadas", añade la Dra. Ibañez.

Adicción en adultos

Pese a darse de forma especial entre adolescentes, la adicción a WhatsApp también se da en adultos sin ningún tipo de patología psicológica."Las personas que utilizan esta herramienta diariamente para comunicarse durante la mayor parte del día y realizan un mal uso, pueden desarrollar conductas obsesivas, convertirse en personas posesivas y controladoras, experimentar depresión o celos que pueden interferir en la vida personal, sentimental y social, generando malestar emocional", aseguran Clara Díez y Marta Escobedo, psicólogas de las unidades de desintoxicación y salud mental de los hospitales Vithas Nisa Aguas Vivas y Valencia al mar/Ivane Salud.

Aunque el uso de la aplicación es muy común en los adolescentes, también pueden padecer adicción a WhatsApp adultos sin ningún tipo de patología psicológica (trastornos emocionales, aislamiento...).

El hecho de no existir contacto físico entre las personas con las que se comunica por mensajería propicia en muchas ocasiones que se manifiesten pensamientos, deseos, emociones o sentimientos que no se comunicarían directamente a la cara, situación que puede generar malentendidos en las relaciones sociales.

"Si se realiza un uso correcto y moderado de WhatsApp resulta una herramienta de gran utilidad en el día a día y nos facilita la vida; sin embargo, no sustituye a una conversación, un abrazo o un beso", afirman las especialistas de los hospitales Vithas Nisa/ Ivane Salud.

Elisa Ferrando
Asesoramiento: Dra. Elisa Ibáñez, psiquiatra de las unidades de desintoxicación y salud mental de los hospitales Vithas Nisa Aguas Vivas y Valencia al Mar/Ivane Salud de Valencia.

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