Publicado 23/07/2012 02:09

Reflexiones de un tetrapléjico sobre la ley del aborto. "Abortarme o no abortarme, he ahí el dilema"

Para mí suenan campanas de progreso. Hoy es el primer día en el que un ministro de este país ha planteado públicamente que abortar por causa de diversidad funcional (discapacidad), va a dejar de ser causa legal para poder terminar con un embarazo.

Lo que significa realmente para mí, es que alguien empieza a valorar mi vida como la de las demás personas. Tener una tetraplejia, dejará de ser causa legal para valer menos en esta sociedad.

Lo curioso es que mi opinión, y la de mucha gente como yo, es la que menos importa a nadie. Todos están ocupados en el debate de si "aborto sí" o "aborto no". Casi nadie se da cuenta de que el debate es mucho más profundo; el debate es sobre qué valor tienen las vidas de los futuros seres humanos que funcionen de una manera diferente a la media estadística de la población.

Claro, que para eso, primero hay que empezar con las palabras. Según la mayoría, se habla de "malformaciones del feto". Eso quiere decir exactamente, que yo soy un ser humano malformado. Pero como nos hemos vuelto más finos, y como ya estoy vivo y ya no se me puede abortar, ellos me llaman "discapacitado", "persona con discapacidad" o "minusválido".

Sin embargo, ni es así como yo me veo, ni son las palabras que defiendo. Hace ya muchos años que algunos de los "malformados" propusimos otra manera de llamarnos: "personas discriminadas por su diversidad funcional". Parece que no, pero la cosa cambia mucho. De ser personas menos valiosas, o menos capaces, pasamos a ser personas discriminadas por nuestra diferencia. ¿Le suena?

Se me ocurren varios colectivos discriminados por su diferencia: mujeres, personas de otra raza, homosexuales, etc. ¿se permitiría en esta sociedad abortar a fetos que fuesen portadores de esas diferencias? No se engañe, aunque a día de hoy eso sería inviable en España, en realidad sí se permite en otras culturas, especialmente con las mujeres. Porque se trata exactamente de una cuestión cultural, no de una cuestión médica.

Pues he ahí el quid de la cuestión. Tener una tetraplejia ¿es una malformación? o ¿es una diferencia? Yo lo tengo claro, pero la mayor parte de la sociedad no. La legislación española también lo tiene claro y por escrito. Desde el año 2008 esta vigente en España la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad (diversidad funcional). En ella se establece que tener una tetraplejia es una diferencia que no debe ser causa de discriminación.

Lo que no acabo de entender es qué tiene que ver el debate profundo, con el debate superficial que mantiene la sociedad. Se trata de elegir si queremos una sociedad discriminatoria o no; una sociedad que respeten los derechos humanos de todas las personas o no. Ese es el debate.

Algunos ya hemos aprendido que, tanto aquellos que están a favor del aborto como aquellos que están en contra del aborto, pueden ponerse de acuerdo en que abortar por ser diferente es inadmisible en nuestra sociedad. Que esta postura no va a favor ni en contra del aborto. Que va a favor de la construcción de una sociedad más justa. No necesitamos que unos se alegren y otros se enfaden; necesitamos que todos reflexionemos un poco más allá. Nada más.

Salud y divertad,

Javier Romañach

Javier Romañach es activista pro derechos humanos y experto en bioética desde el punto de vista de las personas discriminadas por su diversidad funcioNAL.

Fuente: Toni Cantó