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HACER FAMILIA

Estamos en la era de la comunicación. Internet  y las redes sociales son las principales vías de comunicación entre los adolescentes, de ahí la preocupación de los padres por el uso que hacen de las mismas. Muchos se cuestionan si deben vigilar las relaciones sociales que sus hijos establecen en el mundo virtual o si por el contrario deben darles cierta autonomía.

Controlar el movimiento de los adolescentes por la red

Existen una serie de ventajas e inconvenientes para los padres en cuanto a la supervisión y vigilancia de la navegación de sus hijos adolescentes por Internet y las redes sociales.

Por un lado, destacamos que la intromisión de los padres en este aspecto siempre va a suponer un motivo de conflicto entre ellos y sus hijos. Por mucho que ellos les impongan,al final no seguirán acatando la norma, y si se les prohíbe el uso de las redes sociales acabarán abriendo un perfil secreto o modificando la privacidad para restringir información a los padres.

Por otro lado, las redes sociales son una buena oportunidad para que los hijos aprendan a sociabilizarse y a ganar habilidades sociales, para que vayan cogiendo confianza con su propio entorno y para que vayan consolidando su grupo de amigos.

En conclusión, no es bueno restringir completamente la actividad de los adolescentes en este aspecto, pero tampoco dejarles completamente a su aire. Si no ponemos ciertos límites a su actividad no llegaremos a conocer nunca en qué entorno se mueven y quiénes son sus amistades, pero restringirlo completamente tampoco será nada positivo. Hay que encontrar el término medio para que los hijos tengan la suficiente confianza de compartir con sus padres los movimientos que hacen por la red. Entender qué es realmente el espacio virtual y actuar con sentido común son claves para lograr este término medio.

¿Cómo deben ejercer control los padres?

- La privacidad del muro de la red social determinada respecto a sus padres depende de la edad que el hijo tenga. Cuando los hijos son más mayores no podemos controlar sus conversaciones y sus mensajes, pero si es bueno preguntarle con quién las mantiene y quiénes son sus contactos. Cuando son más pequeños, si es bueno supervisar la actividad y entrar en su perfil, pues puede ser la mejor manera de evitar un problema que puede llegar a ser más complicado sin esta medida.

- Poner horarios y límites al uso de los adolescentes de las redes sociales. Es importante que los padres supervisen que no se conecten en tiempo de estudio o en momentos de reunión familiar como las comidas.

- Para ver su perfil, de nuevo hay que tener en cuenta la edad del adolescente. Hacerse un perfil propio y ser contacto de tu hijo es muy útil. También es bueno sentarse a su lado cuando navegue por la red y que lo comparta con los padres.

- Es bueno intervenir en la actividad que hace el hijo en las redes sociales comentándola, preguntando al respecto y corrigiéndoles. Es bueno estar pendiente de la actuación que hagan los adolescentes y asesorarlos para que actúen de la manera correcta, propiciando así la comunicación entre padres e hijos.

Ana Vázquez Recio

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