Actualizado 19/03/2023 14:03

Ideas para prevenir cólicos y gases en tus hijos

Así podrás prevenir los gases, cólicos y regurjitaciones en tus hijos.
Así podrás prevenir los gases, cólicos y regurjitaciones en tus hijos. - ISTOCK

La lactancia es sinónimo de gases en muchos niños. Y es que, mientras toman el pecho, pueden tragar aire que derive en molestias tales como cólicos, o pequeñas regurgitaciones. A los pequeños no les queda otra que llorar para advertir de ello. Los padres no tienen más remedio que adivinar qué les dicen sus bebés a través del llanto. Por tanto, ¿se pueden prevenir estas situaciones?

Si bien los niños a estas edades todavía no dominan la técnica de succión y no son capaces de expulsar los gases por ellos mismos, los padres pueden ayudar a través de técnicas sencillas y ahorrarles todas las molestias derivadas de la ingestión involuntaria de aire durante las tomas. Y es que es todo tan fácil como ayudarle a eliminar todo este aire unos minutos después de darles el pecho.

¿En qué posturas los bebés expulsan los gases?

Los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu indican que después de la toma de leche es importante asegurarse de que el bebé expulse los gases. Para ello existen cuatro posturas con las que ayudar a los niños:

- Sobre el pecho. Se trata de la postura más común. El bebé debe estar con el cuerpo casi erguido y con la cabeza a la altura del hombro del adulto. Se recomienda que se acompañe de ligeros golpecitos en la espalda.

- Boca abajo. Esta postura consiste en sujetar al niño, acostado boca abajo y sobre el brazo del adulto. Como en la anterior opción, con la mano que queda libre, se le debe dar pequeños golpecitos en la espalda. La cabeza debe quedar un poco más alta que el resto del cuerpo.

- Sobre las piernas. En esta postura el bebé debe estar colocado en una posición similar a la anterior, pero en lugr de sujetarse con el brazo, el adulto se sienta y lo apoya en su regazo.

- Sentado. Postura recomendada para cuando el niño ya haya crecido un poco. Con una mano se le sostiene su barbilla y con la otra se realizan los golpecitos ligeros.

No es una norma obligatoria, pero cuando es recomendable que el bebé eructe antes de cambiar de hecho. A veces puede que los niños no emitan ruido, o que este pase inadvertido. Lo adecuado es ayudarlo a expulsar el aire entre cinco y diez minutos antes de tumbarlo en la cama.

¿Cómo ayudar si mi hijo tiene regurgitaciones?

Los padres no deben alarmarse si el bebé presenta regurgitaciones y expulsa un poco de leche justo después de darle el pecho, es bastante frecuente. En ocasiones se trata de pequeñas regurgitaciones que no hay que confundir con el vómito. Esto se debe a que el tubo digestivo de los niños todavía no está formado y la boca del estómago permanece abierta.

Es más frecuente que las regurgitaciones tengan lugar después de las tomas, cuando el estómago está lleno y cuando el niño está acostado. Es entonces cuando es más fácil que el contenido del vuelva hacia arriba. Una de las medidas más útiles es mantener al bebé incorporado un rato después de comer y no acostarle inmediatamente después de haberle dado el pecho.

Como se ha dicho, las regurgitaciones son normales en el bebé. Si el niño come bien y está tranquilo, no hay lugar a la preocupación. Pero hay que consultar con el pediatra si tiene vómitos con esfuerzo y lo expulsado tiene color verdoso, o presenta restos de sangre. También es necesario consultar con el especialista si el pequeño está muy irritable, o si no gana peso.

Damián Montero

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