Identificarse con diversos
personajes, especialmente de ficción y con poderes, es algo natural en los niños y niñas cuando tienen entre 3 y 10 años. No se trata tan solo del hecho de disfrazarse: haciendo que vuelan o que lanzan rayos X pueden explorar todo lo que les rodea de una manera mucho más imaginativa. Así, pueden vivir una rica variedad de experiencias: pueden convertirse en detectives, en profesores o en piratas.