3 Enero, 2013 La disciplina es indispensable para que los niños adquieran conciencia de los límites, sin los cuales no se puede crecer, como no se puede llegar al destino sin seguir una ruta determinada. Poner límites no es limitar, no significa colocar un techo, sino al contrario, hacer que ese techo pueda estar lo más alto posible. La disciplina en la familia resulta de conjugar el afecto y la exigencia, dos pilares sobre los que se ha de sustentar la educación de nuestros hijos.