El acoso escolar es un tipo de violencia que se ha convertido en un problema social que afecta a niños, niñas y adolescentes. Tiene importantes consecuencias psicológicas para quien lo sufre, provocando daños permanentes y, en la peor de las situaciones, puede llevar al suicidio. Ansiedad, estrés, baja autoestima, retraimiento social o bajo rendimiento académico son algunas de las principales consecuencias emocionales y psicológicas que produce el acoso escolar, y debido a la corta edad de los niños y adolescentes, pueden marcar de por vida al acosado.
Actualmente, uno de cada tres menores sufre acoso en las aulas, según la Unesco. No obstante, el acoso escolar se ha agravado en los últimos años debido al uso extendido de Internet que alcanza al 98% de los niños y niñas entre los 10 y los 15 años. Por este motivo, Aldeas Infantiles SOS aboga por la educación en valores para prevenir el acoso escolar.
Educación en valores: la propuesta de Aldeas Infantiles SOS
La mejor política preventiva para frenar el acoso infantil es la educación en valores mediante programas dirigidos a niños de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Aldeas Infantiles SOS lleva más 21 años formando en valores a través de sus Programas Educativos donde los niños tienen la oportunidad de reflexionar sobre su proyecto de vida y su formación en valores, al tiempo que comparten estas ideas con sus padres y profesores.
Pero, ¿cómo se pone en práctica esta educación en valores para que resulte efectiva contra el acoso escolar? La idea se basa en trabajar el problema del acoso escolar en grupo desde la primera infancia, poniendo especial énfasis en los años de Secundaria donde el acoso escolar se puede convertir en ciberacoso debido a la facilidad de extenderlo a través de las redes sociales, teniendo en cuenta que, a partir de los 10 años, el 95% de los niños dispone ya de un teléfono móvil.
Desde que son pequeños, los programas educativos de Aldeas Infantiles SOS enseñan a los niños a no mirar para otro lado cuando detectan una injusticia, a no reír las gracias a otros cuando persiguen hacer daño a otra persona, a no ser cómplices de insultos y amenazas y a no participar en situaciones de violencia verbal o física entre iguales.
Paralelamente, se trabaja en el valor de la empatía, porque es muy importante y constructivo ponerse en el lugar del otro tanto cuando le ocurre algo bueno a alguien, pero especialmente cuando le ocurre algo malo. Al mismo tiempo, este programa educativo prima la educación en valores poniendo énfasis en algunos como el respeto y la igualdad, la confianza o la convivencia. Aparte de la realización de un trabajo individual, el programa se centra sobre todo en el trabajo colectivo, es decir, en el grupo de alumnos, de amigos, de iguales..., porque ya se sabe que si todos comparten la misma visión y prima el respeto, estaremos construyendo una sociedad más empática, justa y solidaria.
Y es precisamente esa unión colectiva hacia el lado positivo, que marca una buena educación en valores, la clave con la que se quiere decir no al acoso escolar. Desde Aldeas Infantiles SOS se defiende que todos somos parte de la solución si evitamos mirar hacia otro lado, y que el acoso escolar se puede prevenir si lo entendemos como responsabilidad de todos. A través de esa educación en valores, los niños desde que son pequeños deben entender que ellos por sí mismos y como parte de un grupo, son parte de la solución para frenar el acoso escolar.
Prácticas efectivas frente al acoso y la violencia escolar
En los casos de acoso escolar intervienen generalmente cuatro interlocutores: el acosador, el acosado, el grupo testigo y el docente. Como sociedad debemos ser conscientes de que la responsabilidad no reside solo en el acosador, sino en el grupo que apoya o mira hacia otro lado. Por eso, desde Aldeas Infantiles SOS manifiestan que para acabar con el acoso es fundamental que el grupo de iguales empiece a sentir responsabilidad por lo que está ocurriendo y para eso es esencial que tengan interiorizada la tolerancia cero con la violencia, que conozcan los Derechos del Niño, que tengan sensibilización grupal con la violencia y empatía con las víctimas.
Al mismo tiempo, Aldeas Infantiles SOS también trabaja con el acosado reforzando su autoestima y reconociendo el fenómeno del acoso, lo que minimizará en el futuro las probabilidades de ser víctima, y con el acosador dotándolo de recursos para canalizar su agresividad y su integración en el grupo de iguales.
El papel del centro escolar y de los docentes también es clave para acabar con el acoso. Desde la docencia se trabaja con el acosador, el acosado y el grupo testigo convirtiendo al profesorado en los adultos de referencia de tolerancia cero con la violencia y dotándolos de recursos para educar en valores a través de los programas de mediación y tutoría entre iguales.
Marisol Nuevo Espín
Te puede interesar:
- El bullying tiene peores consecuencias mentales que el maltrato
- Cómo luchar contra el acoso escolar
- Las graves consecuencias del maltrato infantil
- El 'sexting' y el 'ciberbullying' aumenta el riesgo de depresión
