Actualizado 07/08/2020 12:43

Mi hijo ha mordido a otro niño, qué hago

Cómo conseguir que un niño deje de morder
Foto: ISTOCK Ampliar foto

Nos llega una notita del colegio. Nuestro hijo le ha pegado un bocado a un compañero en el patio. Y nos surgen todas las dudas de golpe. ¿Será agresivo por naturaleza? ¿Habrá habido algún fallo en la educación del menor? Esta actitud es más habitual de lo que creemos en edades preescolares. Y se le puede poner fin.

Por qué muerden los niños

Tal y como indica el Centro sobre los Fundamentos Sociales y Emocionales del Aprendizaje Temprano de la Universidad de Vanderbilt, que un niño muerda es algo normal, aunque no aceptable. Este comportamiento puede ser causado por varios motivos como por ejemplo:

- Frustración. El niño de edad preescolar aún no domina las capacidades lingüísticas ni las reglas sociales de comunicación. Al no saber cómo expresar sus sentimientos más fuertes, recurren a algunas acciones como por ejemplo la mordida para hacer saber al resto su estado anímico.

- Dificultades de relación. Si el niño es introvertido puede sentirse abrumado al estar rodeado de tantos semejantes. En estos casos el pequeño reacciona mordiendo a otros. Por ejemplo, como resultado de este sentimiento de nerviosismo, al ver cómo otro menor le apremia, a bajarse del columpio porque acabó su turno o a la hora de compartir un juguete.

- Llamar la atención. Una de las cosas que rápidamente aprende un niño que muerde es que provoca una gran reacción entre aquellos que lo rodean. Si a veces el menor no recibe la atención que cree merecer, puede reclamarla mordiendo a sus compañeros para convertirse en el centro de todo.

- Imitación. Muy relacionado con el anterior motivo. Si el niño observa que otro compañero ha recibido atención después de haber mordido. En ocasiones los menores pueden copiar esta forma de proceder para conseguir que todos le hagan caso a él.

Cómo lograr que deje de morder

Lo más importante cuando veamos que el niño muerde es atender a los motivos. Cuando los padres entiendan qué lleva a su hijo a actuar de este modo, podrán ponerse a trabajar de un modo correcto. Por ejemplo será bueno comprobar si este ataque a otros menores se produce cuando le han quitado un juguete o si ha mordido a otro por envidia.

Estas son algunas técnicas que el Centro sobre los Fundamentos Sociales y Emocionales del Aprendizaje Temprano sugiere a los padres para tratar de evitar que su hijo muerda:

- Enseñar a pedir ayuda. Ante la frustración que puede provocar que otro niño le quite su juguete, el menor debe aprender a pedir ayuda a sus profesores en el colegio o a sus padres si se produce fuera del centro educativo. El hijo debe entender que esta es la forma de proceder y no atacar mordiendo.

- Vigilar el juego. Si la mordida se produce cuando el niño está jugando en grupo y se siente abrumado por la presencia de otros, hay que sentarse con él aprovechando las situaciones donde los padres pueden presenciar estas actividades. De este modo se podrá guiar a los pequeños y enseñarles a respetar los turnos, a compartir y a convivir entre sus semejantes.

- Enseñarle que está haciendo daño. Explicarle al niño el dolor que puede provocar a otros con su mordida es una de las técnicas que mejor funcionan. Hacerle entender que siempre es mejor hablar que morder y que no debe hacer aquello que no querría que otros hicieran con él.

- Pequeños castigos. Si el niño ha mordido para llamar la atención, un pequeño castigo de cinco minutos sin jugar puede ayudarle a entender que haber dado un bocado a otros ha dado el resultado contrario al que buscaba.

Damián Montero

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