La estimulación temprana es un conjunto de actividades que se realizan con el objetivo de estimular el desarrollo físico, cognitivo y socioemocional de los bebés. Esta estimulación se puede realizar de manera natural a través de juegos, conversaciones, cantos y otros tipos de interacción con el bebé, o bien de forma más formal a través de programas y actividades específicas diseñadas para este fin.
Beneficios de la estimulación temprana
Existen muchos beneficios de la estimulación temprana en los bebés. Algunos de ellos son:
1. Ayuda al desarrollo del lenguaje y la comunicación. Los bebés que reciben estimulación temprana presentan un desarrollo más acelerado del lenguaje y la comunicación, ya que se les proporciona un ambiente rico en estímulos auditivos y verbales.
2. Favorece el aprendizaje y la memoria. La estimulación temprana puede ayudar a mejorar las capacidades de aprendizaje y memoria de los bebés, ya que les proporciona nuevas experiencias y les permite explorar y experimentar el mundo que les rodea.
3. Mejora el desarrollo físico. La estimulación temprana también puede contribuir al desarrollo físico de los bebés, ya que les permite moverse y explorar su entorno, lo que les ayuda a fortalecer sus músculos y a adquirir habilidades motrices.
4. Ayuda a desarrollar el cerebro. La estimulación temprana puede tener un impacto positivo en el desarrollo del cerebro de los bebés, ya que les proporciona estímulos que pueden favorecer la formación de nuevas conexiones nerviosas y el desarrollo de diferentes áreas cerebrales.
5. Contribuye al bienestar emocional. La estimulación temprana también puede ayudar a los bebés a desarrollar su autoestima y a sentirse seguros y valorados, lo que puede mejorar su bienestar emocional y su capacidad para relacionarse con los demás.
La estimulación temprana es una actividad muy beneficiosa para el desarrollo de los bebés, ya que les proporciona un ambiente rico en estímulos y experiencias que les ayudan a crecer y desarrollarse de manera óptima.
Dentro de la estimulación temprana, ocupa un papel muy importante el desarrollo de los hábitos de conducta, de los valores, etc. Es indudable que fomentar (o estimular) el orden -laboriosidad, responsabilidad, etc.- en niños pequeños, de una manera adecuada a su edad, es una manera de favorecer su desarrollo tanto personal como intelectual.
Está menos relacionado con la estimulación de las capacidades intelectuales del niño (como el razonamiento lógico, el desarrollo del lenguaje, etc.), pero no es menos importante, ya que se centran en la personalidad de los chicos y chicas. Y pueden comenzar a estimularse desde edades muy tempranas.
Consejos de oro para estimular a los bebés
1. No es bueno forzar las ocasiones de realizar las actividades: si está a disgusto y prefiere jugar con su muñeca es mejor dejarlo para otra ocasión. Ha de gustarle realizarlos y si le obligamos cuando él no quiere, puede coger manía a estos juegos.
2. Estas actividades encantan a los niños porque tienen un innato afán de saber. A veces, será él quien quiera seguir incansablemente y tú estés a punto de caer derrumbado. Es el momento de pensar que lo estamos haciendo por el bien de nuestro hijo y poner toda la atención que haga falta.
3. Como son juegos, podemos aprovechar muchos momentos muertos a lo largo del día para realizarlos. Por ejemplo, durante los trayectos en el coche, tanto al llevarle al colegio como en los desplazamientos de los fines de semana o en vacaciones. Muchas veces esos ratos pueden quedar muertos y desaprovechados cuando son unos momentos muy valiosos. Además de los trayectos en coche hay más ocasiones para estos ejercicios: cuando vamos paseando con él de la mano, cuando estamos vistiéndole, en los ratos en los que se pegan como lapas a nuestra sombra…
4. Tenemos que procurar que los ejercicios sean lo suficientemente fáciles como para que pueda resolverlos y se automotive; pero también lo suficientemente difíciles para que le cuesten y se estimule. Es difícil mantenerse en este umbral, pero aquí está el acicate para nosotros. Al principio, probablemente, tendremos que hacerlos muy fáciles pero, enseguida, nos sorprenderá por lo rápido que aprende y se desarrolla.
5. Las preguntas, situaciones y juegos han de estar pensados de acuerdo con la edad mental del niño, Los ejercidos han de partir de situaciones conocidas por él y del mundo que le rodea. Si se trata de un niño que ha seguido un programa de estimulación desde pequeño, probablemente pedirá un tipo de ejercicios y juegos más avanzados que otro.
6. Demuestra satisfacción por sus logros y transmítele ilusión por ver cómo va contestando cada vez mejor. Esa es la mejor motivación para él, que sus padres confíen en sus capacidades y que le animen. Además, le ayudaremos a incrementar su autoestima.
7. Mantén vivo su interés por contestar poniendo cara de alegría y de interés. Cuando acierte o haga bien un ejercicio, podemos mostrar con gestos y palabras esa alegría. Además, para mantener su interés, podemos hacer comentarios motivantes. De este modo, seguro que se siente picado y se esforzará más por hacer el ejercicio.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Beatriz Bengoechea. Psicóloga y orientadora familiar
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