La época de exámenes es una de las etapas más estresantes en la vida de los estudiantes. Las largas horas de estudio, la presión por obtener buenos resultados y la ansiedad generalizada pueden pasar factura no solo en el rendimiento académico, sino también en la salud física, incluyendo la piel. En los adolescentes y jóvenes, la piel es especialmente vulnerable a los efectos negativos del estrés y los nervios.