Actualizado 10/03/2015 13:40

Los sobresalientes y el apoyo de los padres

La ayuda de los padres es sinónimo de buenas notas
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

El fracaso escolar es uno de los graves problemas que sufre el sistema educativo español. Los estudiantes que no concluyen la educación obligatoria y ven cómo la inserción laboral se convierte en un muro insalvable, aumentan cada día. Por eso, es necesario descubrir las causas de este fracaso escolar y conocer qué papel juegan los padres en el rendimiento académico de sus hijos.

Ahora, el estudio La participación de las familias en la educación escolar presentado por el Consejo Escolar del Estado ha concluido que el grado de participación de los padres en la formación académica de sus hijos está intrínsecamente unido a los resultados académicos de éstos.

Los padres, claves en el rendimiento académico de sus hijos

El informe, realizado a través de una amplia muestra de familias y de centros educativos españoles, ha señalado al respecto que: las altas expectativas académicas de los padres sobre sus hijos, la supervisión de las tareas y deberes relacionados con la escuela, y la adquisición de hábitos lectores dentro de la familia, son factores que influyen muy positivamente sobre el rendimiento escolar de los alumnos, independientemente de la edad de éstos.

El perfil de los padres que más se implican con sus hijos

El perfil de participación de los padres muestra dos tipos claramente definidos. El primero corresponde a familias que muestran una alta implicación en el ámbito escolar, que mantienen una comunicación frecuente con el centro, un mayor sentido de pertenencia al mismo y un mayor interés en la formación de sus hijos. El segundo corresponde a padres con una participación meramente formal, menor sentimiento de pertenencia al centro y una comunicación menos fluida con sus hijos. Así, los padres más participativos tienen:

-  Mayor nivel de estudios (concretamente la madre) y de recursos que favorecen el aprendizaje.
-  Más medios económicos, los cuales destinan a la educación de sus hijos.
-  Edad más avanzada y nacionalidad española.

¿Cómo se pueden implicar los padres con sus hijos? 

Las propias aspiraciones educativas de los padres respecto a sus hijos son a su vez percibidas e interiorizadas por éstos, lo cual tiene un impacto en su motivación, autoestima y aspiraciones educativas. De este modo, la implicación de los padres puede impactar en cómo los estudiantes perciben la educación y puede convertirse en un refuerzo a su motivación en su carrera hacia el éxito. Esta implicación se puede concretar en:

-  El buen ejercicio de la paternidad en el hogar que proporciona una buena base de habilidades, valores, actitudes y auto-concepto.
-  Visitas a la escuela para reunir información importante y establecer buenas relaciones.
-  Tutorías con los maestros para mantenerse al tanto de la evolución del niño o para discutir problemas emergentes.
-  Tomar parte en las decisiones de la escuela. Asistir de manera más amplia en las actividades prácticas y de gobernabilidad de la escuela.

La perfecta implicación de los padres

Debemos tener en cuenta que, en efecto, los dos contextos más influyentes en el desarrollo del niño son el familiar y el escolar. De esta forma, para maximizar el potencial adquirido en el colegio, los padres tienen que darles todo su apoyo a los alumnos. Para ello es necesario llevar a cabo una implicación parental basada en cuatro conductas recogidas en el estudio Adaptabilidad y cohesión familiar, implicación parental en conductas autorregulatorias, autoconcepto del estudiante y rendimiento académico (González-Pienda, Núñez et al., 2003):

1.  Modelado. Los hijos perciben que sus padres cotidianamente muestran motivación para aprender, fijan objetivos a alcanzar, utilizan estrategias para su logro, dirigen, revisan y ajustan su comportamiento.
2.  Estimulación. Ante el fracaso inicial a la hora de imitar el comportamiento autorregulado de los padres, los hijos reciben estimulación para la persistencia.
3.  Facilitación. Los padres prestan soporte y ayuda en cuanto a los recursos necesarios para poder realizar un comportamiento autorregulado: modos de organizarse, materiales, estrategias, etc.
4.  Refuerzo. Recompensa por parte de los padres a las buenas conductas de sus hijos, es decir, el reconocimiento positivo a la implicación responsable de éstos en el ámbito académico.

Patricia Núñez de Arenas

Más información en el libro: Corazón de padre, de Osvaldo Poli.
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