Actualizado 13/01/2015 12:42

Un tercio de los estudiantes recibe ayuda extraescolar

Clases con un profesor particular
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

Las familias españolas gastan una media de 800 euros al año en clases particulares a domicilio como refuerzo para sus hijos, según datos de Educa-System, empresa pionera en España en el sector de las clases particulares a domicilio. Actualmente, el 31 por ciento de los estudiantes españoles recibe algún tipo de apoyo extraescolar.

Se trata de 2,7 millones de alumnos, de los que la mayoría (1,9) recibe el apoyo de un profesor a domicilio, mientras que 800.000 acuden a academias.

Cuando un niño/a trae malas notas, la primera reacción de los padres es pensar que ha hecho el vago y que con más horas de estudio se resolverá el problema. Tras ver que el niño dedica mayor tiempo a estar “delante de los libros” y la situación no cambia, recurrimos a un profesor particular para que le explique lo que no ha entendido en clase y le controle los deberes al llegar a casa. 

No obstante, aunque en muchos casos las malas notas de los niños se deben a su inmadurez, es conveniente acudir a un especialista para descartar cualquier deficiencia neuropsicológica o retraso en las habilidades de pensamiento. Existen programas sencillos que, aplicados con constancia, ayudarán al niño a sacar el máximo provecho de sus capacidades. Una buena base en Primaria es garantía de éxito para las etapas de Secundaria, Bachillerato y la universidad.

Profesor particular: sólo durante el tiempo necesario

No es bueno habituarse al profesor particular, por lo que el tiempo idóneo para requerir esta ayuda externa dependerá de cada estudiante, de la motivación con la que afronte las clases, de las dificultades que tenga que superar, del rendimiento efectivo que las clases están produciendo y del seguimiento que los padres hagamos a la labor del profesor. En todo caso, solo el tiempo suficiente para que nuestro hijo logre ser autónomo en sus estudios.

Si se acostumbra a trabajar con un profesor particular corremos el riesgo de que el niño se relaje en el colegio al saber que tiene ayuda en casa, pensando que el profesor va a sustituir su esfuerzo personal; así el refuerzo en casa será contraproducente. Si le debe enseñar a hacer esquemas, por ejemplo, que lo haga con temas ya estudiados, no con los que está explicando el profesor, pues de este modo le obligamos a estar atento a las explicaciones de clase.

¿Cómo saber que es el profesor adecuado?

1. Si exige al niño trabajo y esfuerzo, tratando a la vez de corregir las lagunas que pueda tener, tanto de conocimiento como de falta de método de estudio.

2. Cuando requiere del niño un estudio previo y posterior a cada clase particular y hace un seguimiento para valorar los progresos.

3. Si logra que el niño coja el gusto por sus asignaturas y por saber más de ellas, en definitiva, por aprender más, capacitándole para ser autónomo y realizar un esfuerzo personal en el estudio.

4. Si sabe darle unos consejos bien dirigidos, inculcando al niño valores como la importancia de aprovechar bien el tiempo, ser ordenado, constante, organizado en su estudio, esforzándose por hacer un trabajo bien hecho y hasta el final.

Marisol Nuevo