Actualizado 22/06/2022 11:50

Elige la ropa de tu bebé: cómodo y feliz de pies a cabeza

Claves para elegir la ropa de tu bebé
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Durante el embarazo, nos preocupamos de ir preparando la canastilla del bebé. Ahora que han ido pasando los meses nos damos cuenta de que adquirir nuevas prendas se ha convertido en una necesidad imperiosa. Pero, ¿qué materiales son los más adecuados para la delicada piel de nuestro hijo? No todos son iguales y tampoco la comodidad que proporcionan al niño. La ropita del bebé tendrá que ser, ante todo, holgada de forma que le permita moverse libremente.

Una de las claves a la hora de elegir la ropa del bebé es su composición. Las prendas elaboradas con materiales suaves y 100% naturales han de ser siempre las estrellas en el armario de nuestro hijo. Así en la ropa interior, la suavidad del algodón, por ejemplo, será lo más aconsejable si deseamos evitar molestas escoceduras e irritaciones.

Estas son las mejores características de la ropa de tu bebé

- Poco. Las medidas de nuestro hijo cambiarán rápidamente. Desde su nacimiento a los dos o tres meses veremos pasar ante nosotros diferentes tallas. Por ello es mejor no comprar un equipo excesivo pues no le sacaríamos partido.

- Bueno. La ropita que vaya a estar en contacto directo con la piel de nuestro bebé tendrá que tener una composición natural y ser de buena calidad. Sólo así podremos estar completamente seguros de que no aparecerán sarpullidos ni alergias.

- Práctico. A estas edades, vestir y desvestir a tu bebé es una rutina que repetirás constantemente a lo largo del día. Por ello, que la ropa del bebé sea práctica y manejable es una exigencia que debemos marcarnos siempre en la adquisición.

- Bonito. No hay nada más agradable que un bebé bien vestido. La elegancia y el buen porte no tienen que estar reñidos necesariamente con la calidad y la manejabilidad.

- Cómodo. La ropita de bebé debe ser ante todo cómoda. Sólo así podremos asegurarnos de que ésta no dificultará sus movimientos ni le hará sentirse molesto.

Consejos para vestir a tu bebé

Consejos para vestir a tu bebé

1. En los días de frío escogeremos el mono entero para vestir al bebé siempre que nuestro hijo sea pequeño. En cambio, si ya es un poco mayorcito nos decantaremos por los tres cuartos combinado con gorro o verdugo si hace viento.

2. Los pijamas enteros garantizan que el niño no se quede frío en toda la noche. Eso sí, tendremos que prestar especial atención a la talla pues una prenda demasiado pequeña podría incomodar terriblemente al bebé impidiendo, incluso, que pueda conciliar el sueño.

3. Al comprar un abrigo, puedes elegir aquellos que contengan fibras sintéticas. Eso sí, siempre que se encuentran en el tejido en un porcentaje relativamente pequeño.

4. Alargar la vida de una prenda es tan sencillo como seguir las instrucciones de lavado y planchado que se adjuntan en las etiquetas. En caso de que éstas no aparezcan o que las explicaciones no sean lo suficientemente claras mejor renunciar a la compra.

Todas las prendas que compres para tu bebé deben llevar una etiqueta informativa en la que se indique la composición exacta del tejido y hay que echarle siempre un atento vistazo. Una prenda que nos parecía algodón podría llevar algo de mezcla, y más aún sabiendo que la legislación actual admite la denominación de algodón 100% también para tejidos que lleven en su composición un 80% de algodón y un 20% de fibra.

La ropa interior de tu bebé

En este sentido, los bodys que se abrochan por la parte inferior son los más adecuados. No sólo permiten cambiar con una mayor facilidad los pañales sino que, además, evitan los enfriamientos propios de los niños al destaparse la tripita o los costados.

Los calcetines, también tendrán que estar confeccionados con materiales naturales (algodón o lana según la época del año). Recordemos que estas prendas, al igual que los bodys, están siempre en contacto directo con la piel del niño por lo que es imprescindible extremar la precaución al adquirirlos.

Cuando de calcetines se trate elige entre los que quedan por encima del tobillo o los que se sitúan por debajo de la rodilla. Lo importante, en cualquier caso es que lleven un elástico flexible y que carezcan de incómodas costuras.

Los leotardos son otra opción que no debemos despreciar. Al igual que con los calcetines procuraremos elegir aquellos cuya composición sea lo más natural posible. En cuanto a la talla, en todos los casos, procuraremos escoger la exacta pues por exceso o por defecto podríamos caer en las antiestéticas arrugas o en el incorrecto movimiento de los dedos de los pies de nuestro pequeño.

Zapatos de su talla para cada etapa

Sobre sus calcetines o leotardos pondremos siempre unos buenos zapatos. El material: piel o cuero, por supuesto. Las suelas siempre antideslizantes y dependiendo del uso que le vayamos a dar de cuero o de goma.

Para escoger la horma más adecuada recurriremos siempre a tiendas especializadas. Allí nos proporcionarán un medidor con el que podremos averiguar el largo y ancho exacto del pie de nuestro bebé.

Cuando sepamos su talla procuraremos escoger el modelo más cómodo. Si compramos unas botas, que éstas no le hagan rozaduras y que por lo tanto no lleven en su interior arco plantar.

A cada edad, una opción

El resto de la ropa, la escogeremos siguiendo prácticamente los mismos criterios: naturalidad y comodidad absoluta. Las mejores opciones a estas edades son el chándal (de algodón y con elástico en los tobillos) y los petos (con tirantes que permitan alargarlo unas cuantas temporadas).

Si preferimos los pantalones o las faldas escogeremos aquellas que lleven goma elástica. Hasta que nuestro hijo con cumpla los tres años no empezará a definírsele la cintura por lo que, mientras tanto, necesitaremos un poco de ayuda para sujetar a su cuerpo determinadas prendas.

Las camisas de algodón, franela o seda y los jerseys de tejidos naturales. Es cierto que su ropita, al no llevar mezcla de ningún tipo, tardará un poco más en secarse pero nuestra espera se verá compensada: nuestro niño no sufrirá ni escoceduras, ni molestas irritaciones. Y, ¿existe algo más hermoso que la sonrisa de un bebé feliz? Seguro que no.

Marisol Nuevo Espín

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