El olor del bebé es muy atrayente para las madres por estos motivos.
El olor del bebé es muy atrayente para las madres por estos motivos. - ISTOCK

Todos los padres primerizos se dan cuenta, tarde o temprano, de que el aroma que desprenden sus recién nacidos es agradable y este olor causa una sensación que no se puede comparar con otras sensaciones. De esta forma, tenerlos en brazos se convierte en una rutina bastante deseable. Pero, ¿a qué se debe esta sensación olfativa? La ciencia ya tiene la respuesta y la respuesta se relaciona con la ausencia de glándulas sudoríparas.

Según la investigación publicada en la revista Frontiers in Psychology ese olor no es fruto de la casualidad, sino que la naturaleza está detrás de estas sensaciones con la intención de favorecer el vínculo entre los padres y el hijo. De esta forma, cada vez que la madre recibe esta sensación puede recrear en su mente la imagen de su bebé. Algo que no solo sucede cuando tienen al hijo en brazos, sino en diferentes momentos.

Vínculo a través del olor

Según los datos de este trabajo en el que participaron 30 mujeres, 15 que dieron a luz hace poco y otras 15 que no eran madres. Todas ellas tuvieron que identificar distintos olores desconocidos en el que se incluía el aroma de un recién nacido a partir de un pijama de un bebé. Al tiempo que recibían esta información sensorial, los investigadores observaron su actividad cerebral y los efectos que provocaban este olfato.

El olor del bebé activa la segregación de dopamina en una zona del cerebro que se relaciona con la recompensa, al igual que hacen otros aromas como los alimentos que más gustan a una persona. De esta forma, se activan mecanismos que hacen que la madre se comporte de cierta forma con el fin de obtener estas sensaciones. Así se empieza a desarrollar un vínculo en la búsqueda de sentir esta "felicidad".

Curiosamente las madres tuvieron una mejor reacción a este olor que aquellas que no tenían hijos. Entre los motivos que se brindan para explicar este resultado, los investigadores señalan que es posible que los cambios hormonales del embarazo y del parto alteren el circuito relacionado con las recompensas y la segregación de dopamina. Por otro lado, la experiencia de estos nueve meses también puede ser la respuesta.

Otros trabajo, como el de la revista SciShow señalan que este olor se relaciona con los sobrantes del líquido amnniótico y la vérnix caseosa, sustancia que recurre la piel del bebé al nacer. Además, a estas edades, todavía no se han desarrollado las glándulas sudoríparas que activan el mecanismo de transpiración que causa el mal olor típico del sudor. Por ello su aroma nunca es desagradable, favoreciendo las sensaciones agradables.

Vínculo con el bebé

El olor no es la única manera de desarrollar el vínculo entre los padres y sus bebés. Existen muchas formas, como las que explican desde la Fundación Nemours

- El tacto es una de las primeras formas de comunicarse de los bebés, ya que responden al contacto piel a piel. Es tranquilizador tanto para el bebé como para usted, al tiempo que favorece el crecimiento saludable y el desarrollo del pequeño.

- El contacto visual también proporciona una comunicación significativa a corta distancia.

- Los bebés pueden seguir con la vista objetos en movimiento.

- Los bebés intentan imitar, desde muy pronto, las expresiones faciales y los gestos que ven en sus cuidadores.

- Los bebés prefieren las voces humanas y disfrutan vocalizando en sus primeros intentos de comunicarse. Los bebés suelen disfrutar escuchando las conversaciones de sus cuidadores, así como sus descripciones de lo que ellos hacen y del entorno.

Damián Montero

Te puede interesar:

Crianza con apego: las 8 claves de la crianza natural

- Los beneficios del ‘piel con piel’

- La lactancia materna vale la pena

- 10 beneficios de los portabebés ergonómicos