Archivo - El impacto psicológico para la pareja un aborto espontáneo - ISTOCK - Archivo
Los abortos naturales son una realidad muy frecuente. En España se producen unos 400.000 nacimientos al año y son otros 100.000 los niños que no llegan a nacer por un aborto espontáneo, tantos como los que no nacen por un aborto inducido en nuestro país.
Y probablemente sean más, ya que en muchos de los abortos espontáneos la mujer ni siquiera es consciente de ello porque no llega a acudir al médico ni presenta síntomas marcados, salvo, por ejemplo, un retraso en la menstruación. Se estima que entre un 10 y un 25% de los embarazos acaban en aborto natural y la frecuencia aumenta conforme avanza la edad de la madre.
Un aborto natural se produce antes de la semana 20 de embarazo, ya que a partir de entonces podría considerarse un parto prematuro en el que el feto puede salir adelante con los medios médicos actuales. Las alteraciones cromosómicas son responsables de más de la mitad de los abortos que se dan durante el primer trimestre.
En estos casos, a pesar de poner todos los medios técnicos o de reposo por parte de la madre, el embarazo no iba a poder salir adelante. Otras veces se producen por dificultades en la implantación. Habitualmente, no se estudian las causas de un primer aborto espontáneo y cuando se intentan estudiar en los siguientes, pueden ser difíciles de dilucidar.
Aborto espontáneo: el riesgo aumenta con la edad
El riesgo de aborto espontáneo aumenta con la edad de la mujer, por el hecho de haber tenido ya abortos previos, la coexistencia de otras enfermedades médicas (enfermedades ginecológicas, problemas de coagulación, enfermedades del sistema inmune, infecciones), ciertos medicamentos y el consumo de tabaco, alcohol o drogas.
Saber que hay embriones que por una alteración cromosómica no iban a llegar a nacer, ayuda a evitar sentimientos de culpabilidad por no haber hecho más por cuidar del embarazo. Además, tener la capacidad de quedarse embarazada es algo positivo, en cuanto que demuestra la posibilidad de fecundación y que, en principio, va a ser posible un nuevo embarazo.
El impacto psicólogico en la pareja
Cuando una pareja se enfrenta a un aborto espontáneo son muchas las posibles emociones vividas, desde cierto desánimo o tristeza hasta sentimientos de desesperanza o culpa. El impacto psicológico depende en gran medida de las circunstancias de la familia en ese momento concreto: la dificultad para conseguir el embarazo, el hecho de tener o no más hijos, la calidad de la relación intraconyugal, el apoyo externo o las presiones para quedarse en estado.
Muchas veces se había imaginado ya al bebé y organizado en su cabeza cómo iba a ser todo a partir de ahora; y, de repente, se ven truncados los planes. A veces se pretende controlar todo, incluida la naturaleza, a la que aunque se puede acompañar o ayudar a que siga su mejor curso, no se puede dirigir.
Cada pareja sobrelleva la situación de pérdida a su manera. En esos momentos es muy valioso el apoyo entre el matrimonio, que el marido se muestre cercano a la mujer, y el poder crear un espacio para compartir sus vivencias. Es por ello saludable y reconfortante para ambos expresar lo que les preocupa y cómo se sienten, así como acompañarse mutuamente. Pueden encontrarse llenos de dudas y miedos, como pueden ser la posibilidad de conseguir un embarazo a término, o perder otro bebé, así como culparse buscando explicaciones a este desenlace.
Es probable que la mujer esté más sensible y se emocione esos días. El marido también puede encontrarse fuera de lugar al no sentirse partícipe de lo que está sucediendo. También es aconsejable comentarlo a las personas cercanas de confianza, sin darlo a conocer a todo el mundo, por ser algo íntimo que quizás sea mejor vivir y superar en un ambiente familiar. Es allí donde probablemente encontrarán el cariño y apoyo necesarios. Asimismo, el hecho de que familiares cercanos hayan vivido situaciones similares puede ayudarles a sentirse comprendidos.
Consejos para superar un aborto
- Fomentar la unión de la pareja.
- Comunicar los sentimientos.
- Acompañarse y apoyarse dentro del matrimonio y en personas cercanas.
- No culpabilizarse.
- Desdramatizar: es algo habitual.
- No tener prisa por conseguir otro embarazo.
- Ver el lado positivo: "¡Me puedo quedar embarazada!"
- Tomarlo como una oportunidad para que el matrimonio crezca.
- Planificar con ilusión un nuevo embarazo cuando ya se esté preparado.
La necesidad de hacer un duelo por la pérdida
En algunos casos, puede ser necesario enfrentarse a la situación de pérdida como un duelo que hay que elaborar. Se puede vivir una situación de negación del aborto o de enfado al respecto. Más adelante, es probable que se trate de negociar con lo sucedido y que se crea que se puede controlar la situación. Antes de la aceptación y reelaboración de la propia biografía puede venir una fase de depresión.
Es importante acudir a profesionales, ya sea el ginecólogo, el médico de cabecera o el psiquiatra, si se alargan demasiado estas fases o si interfieren con el funcionamiento normal de la persona. La mayoría de mujeres sienten cierta urgencia en volver a conseguir un embarazo, seguramente por la necesidad de saber que va a estar todo bien y de comprobar que no van a tener complicaciones de nuevo. Lo más aconsejable es no correr ni marcarse fechas límite. Es bueno tener un tiempo de descanso físico y emocional antes de planificar con ilusión un nuevo embarazo.
El aborto natural es más frecuente de lo que probablemente se cree. De hecho, muchas parejas lo han vivido y superado. Se puede aprovechar esta situación para conocerse y apoyarse dentro del matrimonio, y de esta manera, la unión conyugal puede verse fortalecida.
María Nuria Ferrer Chinchilla. Unidad de Diagnóstico y Terapia Familiar (UDITEF). Clínica Universidad de Navarra (Pamplona y Madrid)
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