Quizás tu bebé sea de los que comienza a llorar cuando le tumbas en su cunita. ¡Parece que no quiere dejarte descansar y busca estar todo el día en tus brazos! Debes cogerle mucho, achucharle, pero también debe aprender a permanecer intervalos de tiempo en su cuna. Para ello, enséñale a disfrutar del mundo que le rodea con ejercicios de estimulación, que le ayuden a despertar sus sentidos.