Uno de los aspectos más difíciles de la paternidad y maternidad es dejar libertad a los niños y niñas, y asumir que pueden equivocarse y que pueden sufrir, y qué tal vez sea necesario para su sano desarrollo. Es normal que los padres, gracias a su experiencia vital, sean conscientes de las consecuencias negativas que una mala decisión puede tener y el malestar que puede generar cometer errores. Pero, controlar la vida de los hijos en exceso puede tener ciertos riesgos, que conviene evitar.