Para ser un buen padre, nunca debes realizar ninguno de estos cinco hábitos frente a tus hijos. - ISTOCK
Los padres son el espejo frente al que se miran los hijos y del que toman nota a la hora de decidir qué es un comportamiento aceptable. Por ello, es muy importante recordar la importancia de mostrarse como una buena figura, garante de los valores que se desean transmitir. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que existe una serie de hábitos que es mejor evitar frente a los más pequeños.
Y no solo hablamos de hábitos como pueden ser fumar, o algunas rutinas poco saludables. También hay que tener en cuenta otras actitudes más relacionadas con la personalidad de uno mismo y que los hijos pueden ir interiorizando, si se observan en casa. La psicóloga Carrie Contey define los siguientes 5 aspectos que se deben vigilar durante la educación de los hijos.
Hábitos que nunca debes tener frente a tus hijos
Según Contey, estos son 5 puntos en los que no debe cederse frente a los hijos:
- Mentir. Es muy habitual que los padres lancen varias mentiras a sus hijos. En algunas ocasiones es posible que sin mala intención, en otras buscando que los pequeños cesen en alguna actividad. Pero lo peor es que los niños descubran el engaño y vean el embuste como una herramienta para conseguir lo que se quiere.
- Esconder la verdad y pedir a los hijos que participen. Si queremos que los hijos nos digan la verdad, es una muy mala idea hacerlos participar en mentiras que se pueden decir a la pareja, otros parientes o amigos. De lo contrario el mensaje que se les dará a los pequeños es que el engaño es un buen camino.
- Pasar demasiado tiempo con el móvil, o la tablet. Si ya es bastante difícil hacer que los nativos digitales digan no a las pantallas, ¿cómo vas a conseguirlo cuando eres tú quien se deja absorber por estos dispositivos? Lo mejor es consumir estas tecnologías de un modo responsable y servir de ejemplo para los pequeños.
- Perder la paciencia. Los niños siempre observan a sus padres, incluso en los momentos en que estos pierden la calma y se dejan llevar por sus nervios. Aquí el mensaje que se transmite es malo por dos motivos: por un lado, los hijos sentirán miedo ante esta actitud agresiva de su padre, por el otro se les hará ver que ponerse violento es un comportamiento habitual y, por ende, aceptable cuando sientan frustración.
- Burlarse de otras personas. Si los hijos escuchan a sus padres burlarse del aspecto, o cualquier otra cualidad de otras personas, no tardarán en imitar estos comportamientos al pensar que son actitudes graciosas e imitables. Esto puede llevarlos a querer realizarlas en clase, pudiendo herir los sentimientos de sus compañeros y amigos.
Damián Montero
Te puede interesar:
- Mentiras infantiles: ¿qué hacer si les pillas en una mentira?
- La mentira, ¿por qué mienten los niños?
- La sinceridad, educar en valores
- Adolescentes, afrontar la verdad o recurrir a la mentira
