Actualizado 26/02/2024 12:12

El peor miedo de nuestros hijos: por qué nunca debemos utilizar el miedo para educar

Archivo - ¿Cuál Crees Que Es El Peor Miedo De Nuestros Hijos?¿Cuál crees que es el peor miedo de nuestros hijos? - ISTOCK 

Utilizar el miedo como herramienta educativa puede parecer efectivo a corto plazo, ya que suele modificar el comportamiento de los niños y convertise en el deseado por parte de los padres. Sin embargo, el uso del miedo como método educativo tiene consecuencias negativas para los niños a largo plazo y puede ser perjudicial para el desarrollo emocional, psicológico y social de los niños.

¿Cuál es el peor miedo que puede tener un niño?

Para entenderlo en toda su dimensión, el psicólogo Alberto Soler, autor de Niños sin etiquetas (Paidós), reivindica que tenemos que replantearnos el modo en le que nos comunicamos con los niños y eso pasa por dejar de asumir como normal que les tratemos mal. En una de sus ponencias, Alberto Soler lanzó una pregunta al público: "¿Cuál es el peor miedo que puede tener un niño?". De forma mayoritaria el público respondío; "Que se mueran sus padres". Pero Soler negó con la cabeza y aseguró: "El peor miedo que puede tener un niño es a su familia. En un momento en el que somos sumamente dependientes de esas figuras que nos deben proporcionar seguridad, que utilicen el miedo como estrategia para educarnos es el peor miedo que podemos sentir. Sentir miedo de aquella persona de la cual dependes es verdaderamente terrorífico. Nunca debemos utilizar el miedo como recurso educativo. Aparentemente puede dar la impresión de que funcione, pero estamos generando un problema muy grande para el día de mañana. El miedo es una emoción que siempre tenemos acompañar, pero nunca utilizar como recurso educativo".

De hecho, en el complejo entramado de la educación y la relación entre padres e hijos, el miedo a tus propios padres es un miedo que puede ser especialmente paralizante para los niños. Este temor puede manifestarse de diversas formas y tener profundas repercusiones en la salud emocional y el desarrollo de los niños.

Aunque en la dinámica familiar, la autoridad de los padres es fundamental, cuando esta autoridad se percibe como inflexible, impredecible o injusta, puede generar un ambiente de ansiedad y temor en casa. Los niños pueden llegar a temer la desaprobación de sus padres, el castigo físico o emocional, o simplemente no estar a la altura de las expectativas que los adultos tienen sobre ellos.

¿Por qué nunca debemos utilizar el miedo para educar?

Entre las razones por las cuales nunca debemos utilizar el miedo para educar a los niños, aquí os dejamos algunas para reflexionar y pensar:

1. Daño emocional. El miedo puede causar un daño emocional profundo en los niños. La ansiedad, la inseguridad y la baja autoestima son algunas de las consecuencias emocionales negativas del uso del miedo desde la educación. Los niños pueden desarrollar temores irracionales, estrés crónico y problemas de salud mental debido a la exposición constante al miedo.

2. Ruptura del vínculo de confianza. La crianza basada en el miedo puede erosionar el vínculo de confianza entre padres e hijos. Los niños pueden temer a sus padres en lugar de confiar en ellos para obtener orientación y apoyo. Esto puede obstaculizar la comunicación abierta y honesta entre padres e hijos, algo que es esencial para una relación saludable y afectuosa.

3. Inhibición del desarrollo cognitivo. El miedo puede inhibir el desarrollo cognitivo de los niños al distraerlos de actividades de aprendizaje y exploración. Cuando los niños están constantemente preocupados por las consecuencias negativas de sus acciones, pueden tener dificultades para concentrarse, retener información y resolver problemas de manera efectiva.

4. Fomento de comportamientos evasivos o deshonestos. Los niños que son educados con miedo o desde el miedo pueden aprender a evitar situaciones o a esconder la verdad para evitar el castigo. En lugar de internalizar normas morales y éticas, los niños pueden aprender a actuar de acuerdo con lo que evite el castigo, en lugar de lo que es correcto.

5. Impacto en la autoestima y en el desarrollo de la identidad. El miedo puede minar la autoestima y el desarrollo de la identidad de los niños. Cuando los niños reciben constantemente amenazas y mensajes negativos sobre su valía como personas, pueden interiorizar esos mensajes y desarrollar una imagen distorsionada y negativa de sí mismos.

Por tanto, el uso del miedo como herramienta educativa no solo es ineficaz a largo plazo, sino que también puede tener consecuencias negativas graves y duraderas en el bienestar y el desarrollo de los niños.

En su lugar, es fundamental fomentar una relación con nuestros hijos basada en la confianza mutua, en el amor, el respeto, la comunicación abierta y la orientación positiva, valores que promueven el crecimiento saludable y un buen desarrollo emocional y psicológico de los niños.

Marisol Nuevo Espín

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