Actualizado 12/08/2015 15:48

La OMS recomienda bajas maternales de mínimo 4 meses para fomentar la lactancia materna

Lactancia materna
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

¿Cuánto es el tiempo mínimo que debe una madre estar de baja después de dar a luz? Esta pregunta, muchas veces formulada, tiene una respuesta clara para la Organización Mundial de la Salud (OMS): cuatro meses es el tiempo mínimo para garantizar la lactancia materna a los bebés.

Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, esta organización internacional hizo un llamamiento a todos los gobiernos del mundo para que faciliten un permiso de un mínimo de cuatro meses para, de esta forma, fomentar y facilitar la lactancia natural, pues se trata del mejor modo de alimentar a los recién nacidos.

Derecho de las madres trabajadoras

En este punto, la OMS se ha mostrado preocupada por la falta de protección del derecho de las mujeres trabajadoras a la lactancia materna y ha recordado que se recomienda alimentar a los bebés sólo con leche de la madre durante sus primeros seis meses de vida.

Es por ello que ha insistido en el establecimiento de una baja maternal de al menos cuatro meses, así como en exigir a las empresas que proporcionen un lugar protegido y tiempo suficiente para que las madres puedan sacarse la leche en el trabajo.

También pide más programas para prevenir la discriminación contra las mujeres y las madres trabajadoras. Entre sus recomendaciones destaca, asimismo, facilitar a las madres el trabajo a tiempo parcial o instalar guarderías en las propias empresas.

Beneficios de la lactancia materna

La misma organización reconoce que sólo un tercio de los bebés reciben solamente lactancia materna durante sus seis primeros meses de vida, pero recuerdan que son muchos los estudios que han demostrado que la leche materna aporta toda la energía y nutrientes que necesita el niño y que, además, le protege de enfermedades infecciosas y crónicas a través de los anticuerpos.

Y es que la leche materna aporta la mitad o más de los nutrientes que necesita el bebé durante su segundo semestre de vida, una cantidad que puede llegar a ser de un tercio durante el segundo año. Además, se ha demostrado que fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo del bebé y que reduce la mortalidad del lactante por diarrea o neumonía. No sólo eso: los niños amamantados también tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso y diabetes de tipo 2.

Por si fuera poco, también se han demostrado los beneficios de la lactancia para las madres: funciona como un método natural de control de la natalidad, pues asegura el 98 por ciento de protección durante los primeros meses de vida del bebé. Además, reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, ayuda a perder el peso ganado durante el embarazo y reduce las tasas de obesidad.

¿Leche artificial?

Para concluir, desde la OMS han recordado que dar leche artificial a los bebés puede poner en riesgo su salud ya que esta clase de producto no contiene los anticuerpos de la leche materna, por lo que el niño se encuentra menos protegido.

En este sentido, la OMS tiene un código internacional para regular la comercialización de sucedáneos de la leche materna en el que se establece que la información de estos productos debe dejar claro los beneficios de la lactancia materna y los riesgos para la salud de la leche artificial. Además, se estipula que no se deben promocionar o repartir de forma gratuita estos productos a las madres, familias o en centros sanitarios.

Ángela R. Bonachera

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