Actualizado 07/08/2020 13:43

La adicción a las nuevas tecnologías es muy similar a la de otras drogas

Las nuevas tecnologías generan una gran dependencia
Foto: ISTOCK Ampliar foto

Las nuevas tecnologías, al igual que cualquier otro asunto, de su abuso surgen los problemas. Emplear los smartphones para comunicarse con alguien que está muy lejos es una utilidad, pero depende de estos dispositivos para realizar la vida diaria es una situación que merece la pena atender para poner remedio.

En la actualidad hay muchos casos de personas dependientes de las nuevas tecnologías que pueden considerarse como adictas a las mismas. Los expertos incluso aseguran que aquellos que no saben vivir sin estos dispositivos tienen procesos muy similares a los que causan otras drogas en el ser humano.

Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías

Tal y como se ha expuesto en el I Congreso Mundial de la World Association of Dual el problema no son las nuevas tecnologías en sí. Sino el contenido que ofrecen. Estos dispositivos son una herramienta con la que acceder a determinados servicios que son los que terminan por generar la dependencia en los individuos: juegos online, apuestas, comunicación, etc.

Haciendo una comparativa, el ordenador, el smartphone o la videoconsola serían la "jeringuilla" y el contenido la "droga". Según los especialistas que participaron en este evento habitualmente este tipo de conductas suelen ir acompañadas de otros trastornos mentales como la ansiedad, la hiperactividad, comportamientos obsesivos o una baja autoestima.

Para estos profesionales lo mejor es trabajar en la prevención de estas adicciones. Detectar estos problemas en la psique de los más jóvenes y evitar que estos caigan en una adicción a las nuevas tecnologías. Estos expertos también explican que caer en estas dependencias es algo muy grave ya que la solución no está solo en la retirada de los mismos ya que con esto no se consigue solucionar el trastorno que en realidad ha causado esta situación.

Prevención de la adicción a las nuevas tecnologías

Tratar estos trastornos que desembocan en la adicción de las nuevas tecnologías es un asunto que corresponde a los especialistas en psicología. Sin embargo, desde casa también se puede trabajar para evitar la dependencia de estos dispositivos:

- Límites. Aunque sean pequeños, es bueno que conozcan los límites y se adapten a ellos. Por ejemplo, en el tiempo máximo de uso de Internet.

- Seguridad. Hay que poner contraseñas a dispositivos móviles como las tablets para, en caso de perderlos, dificultar que un extraño pueda acceder, por ejemplo, a fotos de tu pequeño.

- Control parental. Aquellos dispositivos a los que accede el niño han de tener un sistema de protección parental de control adaptado a su edad que le permita acceder sólo al contenido apropiado. Para esto, es preciso mantener actualizado el software de protección que descargas.

- Descargas. Cuidado con aquello descargado de internet porque a veces puede tener virus o anuncios no deseados ni que tu hijo pueda ver. Comprueba los calificativos de edad y los comentarios antes de descargar juegos o aplicaciones para los pequeños de la casa.

- Comunicación. La clave está en la comunicación. Hablar con los hijos y hacerles ver qué se puede compartir y qué no. Conversar  sobre la información, sobre las fotos y vídeos y también sobre los comentarios que dejan: todo es público en Internet y deja una huella, la llamada 'huella digital'.

- Fotos. Es muy importante educar a los hijos para que no envíen fotos de ellos con poca ropa a otras personas, sean quienes sean y tengan toda la confianza en ellos. De nuevo: en Internet todo es público, aunque crean que solo lo reciben sus amigos a través de aplicaciones como WhatsApp.

- Redes sociales. Redes sociales como Facebook tienen el límite de edad en 13 años, y es por algo. No dejes que tu hijo mienta sobre su edad para conseguir una cuenta, todo llegará a su debido momento.

- Valentía. El anonimato no es protección en internet. Explica eso bien a tu hijo, e incúlcale la responsabilidad de no hacer nunca en línea algo que no haría o diría a la cara.

Damián Montero

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