Actualizado 15/09/2015 09:40

Cómo abrochar correctamente una 'sillita' de retención infantil

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El uso de la sillita de retención infantil reduce un 75% las lesiones en caso de siniestro, evitando su impacto contra otros ocupantes y elementos del vehículo. Por este motivo, es de vital importancia proteger a nuestros hijos con un sistema de retención hasta que tenga 12 años o 1,50 metros de estatura y comprobar su correcta colocación.

¿Qué es un Sistema de Retención Infantil?

Los sistemas de retención infantil, en cada una de sus diferentes modalidades (capazo, silla con arnés, elevador con respaldo o alzador) son la mejor protección que puede llevar un pequeño cuando circulan a bordo de un vehículo, y además, está exigido por ley.

Según la estatura y el peso del niño, cada sistema permite adaptar las necesidades que, por la envergadura de los niños, se adaptan mejor para garantizar la seguridad en caso de incidente.

Junto a la norma que en España obliga disponer de estos dispositivos cuando transportamos niños, las evidencias científicas han demostrado que los sistemas de retención infantil reducen las lesiones provocadas por accidentes de tráfico. Su uso, y la correcta colocación, son la mejor garantía de protección hacia nuestros hijos.

Clasificación de los sistemas de retención infantil

Grupo 0: de 0 a 10 kg (de 0 a 9 meses, aproximadamente). Capazo tipo cuco para colocar en el asiento trasero, o silla-cesta. El bebé debe ir en el sentido contrario al sentido de la marcha. Se sujeta al coche por medio de los cinturones de seguridad del automóvil. Es fundamental pasar el cinturón de seguridad por los adaptadores del capazo, tensarlo bien y asegurar bien los cierres.

Grupo 0+: de 0 a 13 kg (de 0 a 18 meses, aproximadamente). Silla-cesta pensada para ser colocada en sentido contrario a la marcha del vehículo. La parte central del cinturón de seguridad debe pasarse por las guías de pasaje que están situadas en la parte inferior de los laterales de la silla o, según el modelo de sillita, por encima de las guías de pasaje situadas en la parte superior de los laterales de la silla(en este caso, dejando las piernas del bebé por debajo del cinturón). La parte dorsal hay que pasarla por las guías de bloqueo situada en la parte trasera de la silla y tensarlo suavemente. Para conseguir una mayor estabilidad de la silla es aconsejable girar el asa de transporte contra el respaldo del asiento.

La silla-cesta puede colocarse en el asiento de delante siempre y cuando éste no disponga de airbag o esté desconectado.

Grupo I: de 9 a 18 kg (de 9 meses a 4 años, aproximadamente). Sillas infantiles con cinturones propios que sujetan al niño de forma independiente a la sujeción con el vehículo. Muchas de las que se venden en España no permiten la colocación en sentido opuesto a la marcha.

Grupo II: de 15 a 25 kg (de 3 a 6 años, aproximadamente). Sillas infantiles donde el niño queda sujeto, junto a la propia silla, con el mismo cinturón que usan los adultos. Es habitual que se ofrezca en un mismo conjunto la silla de grupos II y III como un cojín elevador con respaldo desmontable. Todos los pasajes por donde debe colocarse el cinturón, suelen estar indicados en rojo. Debe pasarse por la parte trasera del asiento y la base de la silla y abrocharlo, la cinta del cinturón debe estar situada en el lado opuesto al cierre del cinturón. Es importante comprobar la estabilidad de la silla y que todos los arneses y cinturones están bien tensados, colocados, abrochados y nunca retorcidos.

Grupo III: de 22 a 36 kg (de 6 a 12 años, aproximadamente). Cojín elevador sobre el cual el niño viaja sujeto con el cinturón de adultos. Debe pasarse por las guías rojas que están situadas debajo de los apoyabrazos, y el ventral debe estar sobre sus caderas, donde no hay zonas con órganos vitales. Para finalizar se tira del cinturón diagonal y se pasa por la guía integrada en el apoyacabezas. La cinta debe quedar colocada en la parte central del hombro. Este tipo de cojín elevador desvía la trayectoria del cinturón para que, en caso de accidente, no cause lesiones en el cuello al niño.