Actualizado 15/05/2022 18:50

Cómo apaciguar las rabietas manteniendo la calma

Estos son algunos consejos para afrontar, con calma, las rabietas de los niños.
Estos son algunos consejos para afrontar, con calma, las rabietas de los niños. - ISTOCK

Las rabietas son algo común en el desarrollo de los más pequeños. Cuando un niño, que todavía no ha aprendido a controlarse, se encuentra con alguna frustración responde de esta forma: llantos, gritos y, en ocasiones, actitudes algo violentas. Los padres, al enfrentarse a esta situación, pueden ponerse nerviosos, provocando el efecto contrario: los hijos se vuelven más nerviosos y la situación empeora.

Pero, por muy difícil que parezca, hay que mantener la calma durante las rabietas de los hijos. Porque, en primer lugar, como se ha dicho, cuando un niño ve a sus padres nerviosos, su estrés aumentará. Y tampoco hay que olvidarse del papel que tienen los padres como ejemplo en el que se ven los más pequeños de la casa a la hora de definir sus conductas y actitudes.

¿Cuándo atender la rabieta?

En ocasiones la mejor forma de afrontar una rabieta con calma es no atenderla, para que los niños vean que esta actitud no les vale para conseguir lo que quieren. Para saber en qué situaciones sí hay que actuar y en cuáles mantenerse al margen, la Academia Americana de Pediatría aporta una serie de contextos en los que es mejor que los padres no eludan la actitud de sus hijos:

- Si los niños corren riesgo por la situación en la que se encuentren, como por ejemplo un hijo que fruto de la rabieta se despista y puede correr hacia una carretera concurrida, o si está expuesto algún peligro como una calle llena de gente en la que podría perderse. En estos casos es mejor sujetarlo firmemente y dejarle claro que debe calmarse o la familia volverá a casa.

- Si el niño comienza a dar golpes, o mordiscos. En estos casos no hay lugar a dudas, hay que detenerlo de inmediato y mostrar el enfado ante tal comportamiento. Para ello, y sin perder la calma, lo mejor es alejarlo del lugar en el que están sucediendo los acontecimientos y mostrarse serios mientras dure la rabieta.

Consejos para afrontar una rabieta

Los berrinches son inevitables, pero con la actitud adecuada es posible sobrevivir a ellos. Estos son los consejos de los pediatras americanos:

- Prestarles atención a los niños y elogiarlos cuando se esté portando bien. Por ello hay que ofrecer palabras buenas cuando el comportamiento sea aceptable, en caso contrario hay que retirarle la atención (sin perder la vista) para que vean que la rabieta no les da el resultado que quieren.

- Durante el berrinche se le debe dar al niño el control sobre algunos aspectos pequeños, ofreciéndole opciones entre las que pueda elegir.

- Distraer al niño, llevándolo a otro lugar mientras se calma.

- Elegir qué rabietas merecen ceder un poco, pero manteniéndose firme para que la intensidad de las conductas agresivas de los más pequeños se vaya reduciendo.

- Conocer los límites de los más pequeños y saber en qué momento se han calmado para poder seguir con total normalidad.

- Nunca ignorar actitudes agresivas ya que, como se ha dicho antes, deben pausarse de inmediato para hacerle saber a los más pequeños que no son aceptables.

- Preparar a los hijos para acertar con su conducta. Algunos berrinches pueden prevenirse, por ejemplo, si tiene hambre, tener preparado algo de comer para evitar que esto vaya a más.

- Trabajar juntos. Afrontar las rabietas es un trabajo de dos, y en ocasiones uno de los padres puede estar a punto de perder la calma. En este sentido, se deben turnar para nunca perder los papeles frente al niño.

Damián Montero

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