Actualizado 11/11/2014 10:27

Consejos para mejorar la fertilidad

Foto:
Foto: HACER FAMILIA Ampliar foto

Para muchas parejas la concepción puede convertirse en un motivo de estrés y de ansiedad por tardar más de lo esperado. La fecundación no siempre es fácil. En algunas parejas puede complicarse o tardar más de lo que ellos tenían pensado, pero esto no puede convertirse en un motivo de estrés. Es necesario el buen estado de los padres para conseguir el deseado embarazo, y seguir pautas como las siguientes:

Conocer el ciclo de la mujer

La fertilidad depende del ciclo menstrual de la mujer que determina la ovulación. Esta se da a los 14 días antes de comenzar la próxima menstruación, aunque los ciclos no siempre son exactos. Es el periodo de mayor fertilidad. También hay que tener en cuenta otros factores como la temperatura corporal el flujo vaginal

Tener el peso adecuado

Para lograr el embarazo la mujer tiene que tener el peso y la salud adecuados. La obesidad o el peso más bajo de lo normal puede alterar la producción hormonal, pues provoca que el ciclo menstrual sea menos regular. La mujer debe alimentarse con los nutrientes necesarios para el desarrollo del feto en su vientre.

 Llevar un estilo de vida sano

Una dieta sana y equilibrada es una de las claves para la fertilidad, junto con el deporte y el sueño adecuados. Evitar comidas de alto contenido graso y recurrir a frutar, verduras, carne y cereales. No fumar ni beber, pues daña a la salud y dificulta la concepción. Es importante que la mujer tome ácido fólico y vitamina B como suplementos.

 Evitar el exceso de estrés

La ansiedad, demasiado trabajo y poco descanso también afectan a la fertilidad. La ciencia ha demostrado la conexión que existe entre algunas áreas cerebrales y el ciclo menstrual de la mujer, así cuando esta se encuentra sometida a una situación de estrés o de presión y está nerviosa, puede dejar de menstruar.

 No convertir el embarazo en una obsesión

La ansiedad de los padres por quedarse embarazados dificulta la concepción. Disfrutar de la vida en pareja y buscar opciones que promuevan la unión conyugal y el amor son necesarios, por ejemplo una segunda luna de miel.