La mayoría de las parejas que llevan mucho tiempo juntas tienen planes de formas una familia aunque puede ocurrir que alguno de ellos sea infértil. Esto se llega a convertir en un problema para muchas parejas que ven sus esperanzas truncadas pero hoy en día gracias a los avances de la ciencia y de la medicina es posible superar la barrera de la infertilidad.
Antiguamente existía una creencia errónea sobre la esterilidad pues se creía que únicamente se debía a motivos de la mujer, pero la ciencia ha demostrado que las causas de la infertilidad se encuentran en proporciones similares del 32 por ciento en ambos sexos.
Causas de la infertilidad masculina
Para detectar la infertilidad en el caso de los hombres, existen nuevas técnicas y tecnologías que permiten examinar los espermatozoides de manera pormenorizada. Entre los factores que imposibilitan a los hombres tener hijos destacan:
1. Alteraciones del tracto genital que imposibilita depositar el semen en el fondo de la vagina durante el coito.
2. Problemas de erección.
3. Alteraciones en la producción del semen (disminución de la calidad y la cantidad del semen).
4. Situación anómala del meato urinario, curvaturas muy pronunciadas del pene o una gran disminución del mismo.
5. Obesidad extrema.
Causas de la infertilidad femenina
Para conocer las probabilidades reproductivas de la mujer se utilizan unas pruebas sencillas que son dos marcadores que confirman la cantidad y la calidad ovacitaria. Un 80% de los casos de infertilidad femenina se debe principalmente a:
1. Edad avanzada: a partir de los 35 años el potencial reproductivo disminuye y después de los 40 años, la posibilidad de embarazo es menor del 10%.
2. Factor tubo-peritoneal: cuando las trompas de Falopio se encuentran con algún tipo de lesión.
3. Endometriosis: cuando el tejido uterino se encuentra fuera del útero.
4. Otros factores de riesgo: miomas; enfermedades de transmisión sexual; enfermedades crónicas, como diabetes, cáncer, enfermedad de tiroides, asma o depresión. Toma de medicación como antidepresivos.
Marina Berrio
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