Miedo a quedarse solo
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Después de unas vacaciones o puentes largos, normalmente, se observan diferentes reacciones en los niños al entrar en el colegio: algunos se agarran con fuerza a su madre o padre llorando y hay que separarlos casi a la fuerza. Este tipo de escenas son normales, pero si persisten en el tiempo y no se resuelven puede ser que el niño tenga miedo a la soledad o a quedarse solo.

El miedo a quedarse solo en los niños

El miedo a la soledad está directamente relacionado con nuestro desarrollo emocional. Emocionalmente, la soledad nos da miedo durante la infancia porque nos hace sentirnos indefensos. Sin embargo y, aunque parezca una paradoja, a la vez que cumplimos años, la soledad nos da bienestar y nos permite crear relaciones sanas, maduras y sin dependencias.

A medida que nos hacemos mayores, este miedo a la soledad va desapareciendo paulatinamente. De manera que cuando dejamos de ser niños, el miedo a la soledad deja de ser normal y conviene prestar especial atención a este sentimiento porque si persiste puede crear un bloqueo que nos limitará durante la vida.

El miedo a la soledad puede darse en los niños cuando les dejamos en el colegio, ya que aunque estén rodeados de otros niños, se sienten sin la compañía y la protección de sus padres, cuando nos retrasamos al recogerles, o cuando están solos en su habitación, aunque estemos con ellos dentro de casa.

El miedo es una reacción defensiva innata y universal, que constituye  un primitivo sistema de alarma y sirve para alertar al menor de posibles peligros, teniendo un papel protector.

Los bebés, por ejemplo, entre los seis y ocho meses empiezan a experimentar el miedo a los extraños. En este periodo, en el que empieza a tener movilidad y a alejarse de la madre, el miedo se convierte en agente protector. La mayoría de los niños experimentan muchos miedos leves, transitorios y asociados a determinada edad, que se superan espontáneamente en el curso del desarrollo.

¿Cómo podemos ayudar a los niños a superar el miedo a la soledad?

Cuando el niño nos diga que tiene miedo a la soledad o a quedarse sólo, ¿cómo debemos actuar los padres para ayudarle?

1.  Reconocer que el niño lo está pasando mal, preguntarle sobre qué tiene miedo y tratar de entenderle. 
2.   No ignorar ni minimizar el miedo, no decirle: "No seas tonto, ya eres mayor, los niños no lloran, como vas a tener miedo a estar solo en tu cuarto...".
3.   No forzarle a enfrentarse al miedo. Si tiene miedo a la soledad, mejor dejar siempre las puertas abiertas de la casa y una luz del pasillo encendida hasta que se duerma.
4.   No enseñarle a temer las cosas. Si somos sobreprotectores, el niño piensa que algo malo puede pasar cuando mis padres me protegen tanto.
5.   Preparar al niño para experiencias nuevas; antes de afrontarlas contarle cómo va a ser con el mayor detalle posible. También se puede leer un libro con el niño sobre la situación que origina el miedo.

¿Cuáles son los miedos y ansiedad normales en niños?

-  A la edad de 7-8 meses de vida empiezan a ser capaces de mantener un objeto en su mente cuando éste no está presente, por ejemplo, la imagen de sus padres. Por ello, a esta edad aparecen los primeros miedos a los extraños, a situaciones nuevas o cuando son separados de personas cercanas o familiares para ellos, como su madre. Estos miedos a las personas extrañas y la ansiedad por separación tienen su pico alrededor de los 18 meses, después se suelen hacer menos intensos o aparecer en momentos puntuales, como el comienzo en la guardería, el colegio o situaciones estresantes.

-   Entre los 3 y 5 años los miedos aparecen en respuesta a la presencia de animales, la oscuridad y situaciones o animales imaginarios.

-   De los 6 a los 11 años son frecuentes los miedos a perder a los padres, caer enfermos, hacer el ridículo, castigos o a perder el control; es una edad en la que los niños tienen que aprender a manejar sus dificultades.

-   En la adolescencia, de los 12 a los 18 años, adquiere gran importancia la opinión del grupo, comparaciones respecto al cuerpo, la ropa..., apareciendo en esta época ansiedad y miedo a hacer el ridículo o parecer o actuar diferente a los demás. La ansiedad se va a manifestar de manera similar que en los adultos, con ambos componentes psíquico y físico, aunque en los niños es bastante común su expresión a través de síntomas físicos. La mayoría de estos miedos se resuelven espontáneamente al ir creciendo el niño pero, como ya hemos comentado, si el niño tiene un miedo exagerado o desproporcionado que interfiere con su vida diaria, esto puede indicar que existe un problema.

Pilar Gamazo. Psiquiatra infantil y adolescente. INAE

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