Algunos padres llegan a plantearse una duda: si ellos educan a sus hijos en los
buenos valores, ¿no se aprovechará de ellos el resto del mundo? Si mis hijos aprenden a ceder el sitio, nunca les dejarán sentarse. Si son honestos y rectos, otros se llevarán el dinero. Si piensan siempre en los demás, no conseguirán nada para sí.