La adolescencia es una etapa de
cambios. Desde el físico hasta la conducta, el paso de niño a adulto supone una importante evolución que los padres deben conocer para saber qué les está pasando a sus hijos. Varias de estas alteraciones se producen en el
cerebro de los jóvenes. Y con el fin de apoyar a los progenitores en esta misión desde la National Institute of Mental Health, NIH
se dan siete pistas al respecto.