Qué riesgo entrañana para el bebé prematuro la apnea
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Habitualmente un bebé ya tiene que recibir cuidados. Una persona tan pequeña debe estar constantemente vigilada para satisfacer sus necesidades y prevenir los posibles riesgos que puedan hacer peligrar su vida. Estas atenciones se tienen que aumentar en el caso de los prematuros, quienes por no haber cumplido con la gestación no están totalmente desarrollado y pueden ser víctimas de varias eventualidades.

Una de estas es la apnea del sueño, la cual puede comprometer muy seriamente la salud del bebé prematuro haciendo que los tejidos no reciban la cantidad de oxígeno necesaria para su funcionamiento.

Qué es la apnea del sueño

Según la Asociación Española de Pediatría las apneas son "paradas prolongadas en la respiración que producen una bajada de oxígeno en la sangre y que pueden comprometer la llegada de oxígeno a los tejidos". Estas pausas se acompañan de bradicardias, bajadas en la frecuencia cardiaca por debajo de los límites considerados como normales para un bebé.

En el caso de los prematuros, las apneas son frecuentes porque el centro que controla la respiración en su cerebro es aún inmaduro. A medida que van creciendo estos bebés, esta zona, que controla la toma de aire, madura. De esta forma van desapareciendo estas pausas que comprometen la llegada de oxígeno al organismo de los pequeños nacidos antes de tiempo.

Cuándo existe riesgo para el bebé prematuro

Los pediatras explican que hay más riesgo cuando el bebé prematuro es hermano de víctimas de muerte súbita del lactante. También en aquellos casos con antecedente de maniobras de reanimación por un episodio breve inexplicable, resuelto durante su estancia hospitalaria.

Cuando el bebé tiene apneas persistentes no graves, estando ya preparado para ser dado de alta. Bebés que precisen oxígeno o respirador en su domicilio. En el caso de que el riesgo de apnea persista después de dar el alta al niño se dará a los padres monitores para su domicilio y se explicará su funcionamiento.

Se recomienda que los días previos al alta los padres se encarguen de su manejo para familiarizarse con su funcionamiento y evitar problemas en casa. También se les dará un número de teléfono donde pueden llamar en caso de alguna incidencia con el aparato. Al mismo tiempo es aconsejable que los padres reciban unas lecciones básicas de reanimación.

Cómo usar el monitor de apnea

El monitor de apnea consta de una pegatina, electrodo, que se ha de colocar en la barriga del bebé y que se une al aparato monitor con un cable. Este aparato se encargará de detectar los movimientos abdominales del niño para saber cuándo respira y su frecuencia cardiaca.

Los monitores de apnea cuentan con tres tipos de alarmas: para respiración, para frecuencia cardiaca baja y para frecuencia cardiaca alta. Los límites de estos avisos se programarán antes del alta hospitalaria y se podrán modificar a medida que el bebé crezca, siempre que el médico aprueba esta variación.

Si se produce alguna pausa, el monitor lo detectará y sonará una alarma para que los padres vayan a observar al bebé. En ocasiones puede suceder que sea un falso aviso porque el niño se haya movido o se haya despegado el electrodo. Pero siempre que suene la este aviso hay que acudir a revisar al menor para evitar problemas.

El bebé no ha de llevar siempre el monitor. Mientras esté despierto y jugando con los padres, puede retirárselo. El único momento en el que debe estar activo siempre es cuando el bebé prematuro duerme.

Damián Montero

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