Son muchas las ocasiones en las que obligamos a los niños y niñas a ser agradecidos a dar las gracias a los demás, pero ¿realmente comprenden el sentido de dar las gracias, o lo dicen como una palabra aprendida? Dar las gracias es mucho más que decir gracias, educar a nuestros niños y niñas para que se sientan agradecidos cuando alguien hace por ellos es muy importante, ya que comprenderán el valor de dichos actos.
Educar en la gratitud a los niños
La gratitud es mucho más que la palabra gracias, la gratitud es un sentimiento y una actitud que engrasa las relaciones sociales y que sirve para que cada uno tome conciencia y valore tanto los actos de los demás como las cosas que tiene.
Educar en la gratitud es una labor que a menudo queda olvidada o relegada a un segundo plano, como muchos otros valores. En una sociedad cada vez más individualista donde se hace necesario recuperar ese vínculo humano que nos aporta cercanía y salud emocional, educar en la gratitud es una necesidad indiscutible.
Educar para que sean agradecidos: algo más que decir gracias
Normalmente todas las familias y también los centros educativos enseñamos a nuestros niños y niñas a ser educados y dar las gracias cuando alguien les ayuda, les presta algo, etc. Enseñarles a decir gracias está bien y es lo que debemos hacer, pero debemos ir más allá. Aprender buenos modales y normas de educación es muy positivo, pero además, debemos ser conscientes de que enseñarles a decir gracias sin educarles en el sentido de la gratitud no sirve de nada.
De este modo nuestros niños y niñas aprenden a decir gracias como una fórmula de cortesía, educación y buenas costumbres, como una norma social no escrita, pero probablemente no sientan la gratitud y no comprendan su sentido. Es muy importante que además de enseñar a los niños y niñas a decir gracias, les eduquemos para que comprendan varias cosas:
1. Cuando alguien hace algo por nosotros no tiene por qué hacerlo, y al agradecérselo estamos reconociendo su esfuerzo.
2. Si nos ponemos en el lugar del otro podremos entender que, a veces, hacen esfuerzos por nosotros y darles las gracias es una manera de valorar lo que hacen.
3. Todo lo que tenemos, no sale de la nada, es importante valorar y agradecer lo que tenemos.
4. Dar las gracias ayuda a las relaciones sociales, no solo es un convencionalismo, sino que el otro se siente mejor y nosotros también.
Cómo podemos educar a los niños y niñas para que den las gracias
1. Intenta no presionarle, enséñale a decir gracias pero en lugar de obligarle a repetirlo sin sentido, ayúdale a entender porque tiene que dar las gracias.
2. Cuidado con sobreproteger o darle todo lo que quiera y hacer todo lo que quiera. Si hacemos esto el niño o niña pensara que es lo normal y no lo valorara y por lo tanto tampoco será capaz de sentirse agradecido o de comprender el sentido de dar las gracias. No se trata tampoco de no darle nada, pero sí de encontrar el equilibrio y permitirle que valore lo que tiene o lo que le damos.
3. Educa con tu ejemplo. Es muy importante que aparte de enseñarle a decir gracias y hacerle entenderlo, vea como nosotros no solo decimos gracias, sino que también somos agradecidos.
4. Recuérdale que ser agradecido es toda la actitud, no solo la palabra gracias.
5. Ayúdale a ponerse en el lugar del otro para que comprenda cómo se siente y porque es importante dar las gracias.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educayaprende.com. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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