La natación es una gran idea para afrontar el verano y hacer ejercicio.
La natación es una gran idea para afrontar el verano y hacer ejercicio. - ISTOCK

El ejercicio durante el embarazo es una rutina muy recomendada por los especialistas. Siguiendo las recomendaciones de los obstetras, estas actividades ayudan a que la mujer tenga una gestación más llevadera. Eso sí, en épocas como el verano puede costar un poco más por las altas temperaturas y el reto de enfrentarse al calor, que puede ser muy peligroso para las futuras madres.

Sin embargo, existen alternativas muy refrescantes, como es la natación. De hecho, la actividad física en el medio acuático es muy recomendable. No es necesario que esta rutina sea la que se ejecute durante los 30 minutos diarios que se aconsejan para las gestantes. Pero, como veremos a continuación, esta categoría de ejercicio reporta numerosos beneficios.

Beneficios de la natación en el embarazo

Tal y como explican desde el Hospital Sant Joan de Déu, son muchas las actividades que se pueden practicar y una de ellas es la natación. ¿Por qué? Estos algunos beneficios que se destacan:

- La sensación de flotación e ingravidez hace que la embarazada se sienta más ligera y libre del peso que se gana durante este período.

- Se mejora el sistema cardiorespiratorio al tratarse de una actividad aeróbica.

- Mejora la flexibilidad y proporciona una mayor amplitud de movimientos.

- Disminuye la presencia de edemas circulatorios.

- Aumenta el tono muscular y lo fortalece, ejercitando brazos, piernas, espalda y abdomen. Se trata de un ejercicio muy completo.

- Se liberan los ligamentos y articulaciones, evitándose daños por sobrecarga.

- Cuando se tonifica toda la musculatura corporal, se evitan los dolores típicos del embarazo como los que aparecen en la espalda, cintura y piernas.

- La posición horizontal que se mantiene en la natación permite una mejor distribución del peso corporal, evitándose la sobrecarga de la espalda y piernas.

- En épocas como el verano, se evita el riesgo del calor.

- Favorece un buen estado de ánimo y se reduce el estrés, así como la tensión nerviosa.

Todo ello contribuye a que la mujer embarazada lleve mejor los cambios físicos y psicológicos que hay que afrontar. Es importante que se adapte el tipo de actividad al estado de la gestante y a cada etapa de estos nueve meses. Siempre hay que informar al médico de estas rutinas para poder realizarlas de forma segura.

Consejos para nadar durante el embarazo

Cada trimestre del embarazo es distinto, por ello los especialistas recomiendan adaptar la natación a cada etapa de la gestación:

- Primer trimestre. Durante los tres primeros meses de embarazo es posible nadar al menos 30 minutos al día sin riesgo. Además, si este ejercicio se hace por la mañana, se ayudará a prevenir las náuseas.

- Segundo trimestre. En el segundo trimestre, los cambios físicos ya son notorios. El aumento de peso no significa que haya que dejar la natación y, en general, gracias a la flotabilidad del agua, será posible nadar de espalda sin perjudicar la circulación.

- Tercer trimestre. En la recta final del embarazo, el estilo de braza será el que más beneficios aporte porque alarga los músculos del pecho y encoge los de la espalda. Y es que estas dos zonas pueden sufrir más durante la gestación.

Damián Montero

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