Actualizado 02/04/2024 14:44

Condicionar el comportamiento de los hijos, ¿es educar?

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Durante décadas, hemos vivido con la idea de que los niños deben obedecer incondicionalmente a sus padres. Este enfoque ha predominado en la crianza durante mucho tiempo. A lo largo de generaciones, los padres hemos recompensado o castigado a los niños según su comportamiento, ya sea con estrellitas o con atención, en función de si cumple con las expectativas de los adultos o con castigos y reproches si no lo hacen. En otras palabras, su conducta se ha condicionado según lo que nosotros esperamos de ellos.

Sin embargo, ahora la perspectiva educativa está cambiando y muchos educadores, maestros y pedagogos coinciden en que condicionar el comportamiento de los hijos no constituye una verdadera educación, sino más bien un adiestramiento de los niños.

Educar el comportamiento de los niños

La crianza de los hijos supone un equilibrio delicado entre nutrir, guiar y a veces impulsar a nuestros hijos hacia un comportamiento positivo. Ya sea fomentando buenos modales, el esfuerzo académico o promoviendo la amabilidad y la empatía, provocar cambios en el comportamiento de los niños puede ser un reto gratificante.

Paul Dix, autor del libro Cuando los padres cambian, todo cambia (Temas de Hoy), asegura que "para cambiar el comportamiento de tus hijos, primero debes cambiar el tuyo. La cultura de cualquier hogar es única y está exclusivamente determinada por los padres. Si puedes mantener la calma de manera imperturbable ante cada rabieta en el supermercado y cada mirada sarcástica, pronto llegará el orden".

El propósito de Paul Dix es que los padres aprendamos "la importancia de mantener una sensación de serenidad similar al zen frente al comportamiento más caótico; a estar en calma durante las peleas a gritos en la puerta de la escuela, o incluso a pasar con estoicismo por el Armagedón que supone la hora de comer". 

Estrategias para cambiar el comportamiento infantil

Para todas estas situaciones, Dix ofrece un conjunto de estrategias sencillas que nos permitirán obtener el comportamiento que deseamos como padres: sin gritos, castigos o sobornos que seguro que no otorgarán ningún beneficio a largo plazo.

1. Dar ejemplo. Los niños son observadores agudos y a menudo imitan los comportamientos que ven en los adultos. Por lo tanto, una de las formas más poderosas de provocar cambios de comportamiento en los niños es modelar el comportamiento deseado nosotros mismos. Ya sea demostrando paciencia, amabilidad o resistencia, nuestras acciones hablan mucho y pueden inspirar a nuestros hijos a emular conductas similares.

2. Comunicar expectativas claras. Establecer expectativas claras y razonables es esencial para guiar el comportamiento de los niños. Comunica estas expectativas de manera directa, asegurándote de que tu hijo comprenda lo que se espera de él. La claridad elimina la confusión y proporciona un marco de trabajo para que los niños lo sigan.

3. Utilizar el refuerzo positivo. El refuerzo positivo implica reconocer y recompensar comportamientos deseados. La alabanza, el estímulo y las recompensas tangibles como pegatinas o privilegios pueden motivar a los niños a repetir acciones positivas. Al resaltar y celebrar sus esfuerzos, los niños se sienten valorados y es más probable que continúen comportándose de manera deseada.

4. Aplicar una disciplina. La consistencia es clave cuando se trata de disciplina. Establece consecuencias consistentes tanto para los comportamientos positivos como negativos. La consistencia proporciona a los niños una sensación de previsibilidad, ayudándoles a comprender la relación entre sus acciones y los resultados obtenidos. Sé firme pero justo al aplicar las consecuencias, asegurándote de que sean apropiadas para la edad y relevantes para el comportamiento.

5. Fomentar la comunicación abierta. Fomenta la comunicación abierta y honesta con tus hijos. Crea un ambiente de apoyo donde se sientan cómodos expresando sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones. Al escuchar de manera activa y empática, los padres pueden obtener información sobre las perspectivas de sus hijos, abordar problemas subyacentes y desarrollar estrategias de cambio de comportamiento de manera colaborativa.

6. Animar las habilidades de resolución de problemas. Empodera a los niños para que desarrollen habilidades de resolución de problemas involucrándolos en el proceso de abordar retos de comportamiento. Anímalos a proponer soluciones, considerar consecuencias y tomar decisiones informadas. Al involucrar a los niños en la resolución de problemas, aprenden habilidades valiosas para la vida y adquieren un sentido de propiedad sobre su comportamiento.

7. Proporcionar estructura y rutina. Los niños prosperan en entornos que ofrecen estructura y rutina. Establece rutinas diarias, que incluyan horarios de comidas, rituales para dormir y períodos designados para estudiar. Las rutinas predecibles ayudan a los niños a sentirse seguros y organizados, reduciendo el estrés y minimizando los comportamientos disruptivos.

8. Ofrecer orientación y apoyo. Sé un guía de apoyo en el camino de tus hijos hacia el cambio de comportamiento. Ofrece retroalimentación constructiva, orientación suave y amor incondicional mientras se enfrentan a contratiempos. Proporciónales las herramientas y recursos que necesitan para tener éxito, ya sea apoyo académico adicional, seguridad emocional o asistencia práctica.

Provocar cambios de comportamiento en los niños requiere paciencia, consistencia y un enfoque proactivo. Al dar el ejemplo, comunicar expectativas claras, utilizar el refuerzo positivo, aplicar una disciplina consistente, fomentar la comunicación abierta, animar las habilidades de resolución de problemas, proporcionar estructura y rutina, y ofrecer orientación y apoyo, los padres pueden provocar cambios positivos de comportamiento en sus hijos.

Recuerda que cada niño es único, así que sé flexible en tu enfoque y adapta las estrategias para satisfacer sus necesidades individuales. Con dedicación y perseverancia, los padres pueden educar a sus hijos para que sean adultos compasivos, responsables y resilientes.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Paul Dix, autor de Cuando los padres cambian, todo cambia (Temas de Hoy)

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