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El impacto de recoger tarde a tus hijos del colegio

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La puntualidad es una virtud que no solo afecta la vida de los adultos, sino que también tiene un impacto significativo en la vida de los niños. ¿Qué crees que pasa por la cabeza de los niños cuando sus padres llegan tarde a buscarles al colegio una y otra vez? Lo cierto es que ellos ven como se van marchando sus amigos de la puerta del colegio día tras día y ellos se quedan solos una y otra vez pensando: «¿por qué a mi no vienen a recogerme?»

Por supuesto, no es lo mismo que ocurra de manera aislada, que de forma recurrente. Cuando los padres recogen a sus hijos tarde del colegio de manera constante, pueden surgir una serie de consecuencias tanto emocionales como académicas en la vida de los niños. En la mayor parte de las ocasiones, estas consecuencias no se relacionan con el hecho de que recojan tarde a los niños del colegio, ya que en general se tiende a minimizar el impacto que esto puede tener en los más pequeños.

Consecuencias de recoger tarde a los niños del colegio 

¿Qué le puede pasar a un niño si siempre se le recoge tarde del colegio?

1. Ansiedad y estrés

Uno de los efectos más inmediatos de ser recogido tarde del colegio es la ansiedad y el estrés que puede experimentar el niño. Los niños pueden sentirse preocupados, inseguros y abandonados cuando sus padres no llegan a tiempo. Esta ansiedad puede manifestarse en forma de llanto, cambios de humor o problemas para concentrarse en las actividades escolares.

2. Pérdida de confianza

La confianza es fundamental para el desarrollo emocional de un niño. Cuando un niño es recogido tarde de manera constante, puede comenzar a sentir que sus necesidades no son una prioridad para sus padres. Esto puede erosionar la confianza y la seguridad emocional del niño en su familia o sus cuidadores.

3. Rendimiento académico

La falta de puntualidad en la recogida del colegio también puede afectar el rendimiento académico del niño. Si los padres llegan tarde con frecuencia, el niño puede perder clases importantes, actividades extraescolares o tiempo de estudio. Esto puede tener un impacto negativo en sus calificaciones y en su desarrollo educativo.

4. Relaciones sociales

La falta de puntualidad puede afectar las relaciones sociales del niño. Si siempre es el último en ser recogido, puede sentirse avergonzado o excluido por sus amigos. Esto puede influir en su capacidad para establecer relaciones sociales saludables y desarrollar habilidades de comunicación.

5. Frustración y resentimiento

Los niños pueden sentirse frustrados y resentidos cuando sus padres los recogen tarde de manera repetida. Esta frustración puede llevar a conflictos familiares y dificultades en la relación entre padres e hijos.

¿Qué pueden hacer los padres para transformar esta situación?

Existen numerosas soluciones que se pueden aplicar antes de exponer a los niños a la rutina de esperar continuamente a que les vayan a recoger tarde. 

Comunicación Abierta
Los padres deben hablar con sus hijos sobre la importancia de la puntualidad y explicarles las razones detrás de los retrasos ocasionales.

Establecer una rutina
Es fundamental establecer una rutina organizada que permita a los padres llegar a tiempo para recoger a sus hijos del colegio.

Utilizar recursos de apoyo
Si los padres tienen dificultades para cumplir con los horarios de recogida debido a compromisos laborales u otros, pueden buscar la ayuda de familiares, amigos o servicios de cuidado después del colegio.

Ofrecer una disculpa sincera
Si los padres se retrasan, deben ofrecer una disculpa sincera a su hijo y explicar el motivo del retraso. 

Participación activa
Los padres deben estar involucrados en la vida escolar de sus hijos, asistiendo a reuniones, eventos y actividades escolares para demostrar su interés y apoyo.

Es importante entender que una rutina de llegar tarde siempre a recoger a los niños del colegio puede tener un impacto negativo en su bienestar emocional y académico. Los padres deben reconocer la importancia de la puntualidad y tomar medidas para garantizar que sus hijos se sientan seguros, valorados y atendidos en el momento adecuado.

Afortunadamente, todos los centros escolares tanto escuelas infantiles como colegios, disponen de aulas abiertas y distintas modalidades de custodia infantil para alargar un poco más el horario escolar por la tarde y ayudar a la conciliación familiar. La comunicación abierta y el establecimiento de rutinas son clave para resolver esta situación de manera efectiva y evitar consecuencias negativas a largo plazo.

Marisol Nuevo Espín

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