Actualizado 20/10/2020 13:19

Ana Asensio: "El propósito de vida es lo que te ofrece una felicidad profunda"

Entrevista a la psicóloga y doctora en neurociencia Ana Alonso
Entrevista a la psicóloga y doctora en neurociencia Ana Asensio - HACER FAMILIA

Ver la vida en positivo es una filosofía práctica para Ana Asensio. Esta psicóloga, mamá de 4 niños, acaba de publicar su primer libro Vidas en positivo donde nos muestra las pautas para mantener una actitud en la vida que te ayudará a actuar para conseguir tu máximo bienestar.

Psicóloga de formación y Doctora en neurociencia, Ana Asensio tiene una dilatada experiencia en terapia con niños con autismo, y le diferencia la mirada que tiene más allá de las cosas. Defiende que para cualquier cambio hay que empezar por cambiar de mentalidad y que el pensamiento positivo es la clave de la inteligencia de vida.

Los beneficios de vivir en positivo

P. La psicología es tu gran pasión, ¿cómo entiendes la vida en positivo?
R. Estar bien y enérgico forma parte de una filosofía de vida. Todo es un entrenamiento. Lo que pasa es que si nos entrenamos en pensar en aquello que nos hace daño, que lo hacemos fenomenal, malgastamos energía en una tarea equivocada. Después de escuchar, ver a personas y entusiasmarme en ayudar, empecé a darme cuenta que la clave está en el modo de ver la vida.

P. Eres madre de familia numerosa, ¿es un récord hoy en día ser mamá de cuatro hijos?
R. Lo cierto es que esto no estaba en mis planes. A mi me llenaba mucho mi vida como estaba, pero apareció esa persona que me despertó ese lado y ya no son los 4 hijos, sino los 4 en solo 5 años. Me tuve que desconectar un poco de la terapia para atenderme yo también. Necesitaba repararme y serenarme para atender muy bien a mis hijos, porque si yo no estoy bien no puedo atender bien a mi familia. Me retiré, tenía pensado que sería un hasta luego, y cuando mi hija mayor tenía 9 años y el pequeño 4, me empecé a reconectar con el mundo laboral y ya no solamente volví con la experiencia que tenía antes, sino con la experiencia que tengo ahora como madre.

P. ¿Esta experiencia te sirvió para ver tu propia vida en positivo?
R. Me encanta verle el sentido a todo lo que me pasa en la vida. También he pasado malos momentos, pero cuando me quejo siempre me digo que la queja me sirva para ver lo positivo, qué es lo que puedo hacer con lo que tengo.

P. Empezaste con niños con autismo. ¿Cómo compaginaste esta labor con la psicología clínica?
R. Terminé la carrera y empecé las prácticas en un colegio de niños con autismo. Al mismo tiempo, envié 100 curriculum y nadie me llamó. Entonces decidí crearme mi puesto de trabajo, mi consulta. He compaginado ambas cosas. Después, cree un colegio para niños con autismo. Cuando terminaba en el cole, luego por la tarde me iba a consulta y estaba hasta 10 de la noche.

P. ¿Cómo nació Vidas en positivo?
R. Empecé con un blog que se llamaba Psicología para ser feliz cuando nació mi primera hija durante la baja maternal. Al empezar a trabajar lo dejé, pero en mi segunda baja maternal lo retomé y entonces el blog aparecía y desaparecía. Hasta que un día, una amiga de mi marido que trabajaba en marketing, me dijo por qué no te haces una marca personal. Quería seguir creciendo con mi colegio de autismo, pero algunas de mis socias no estaban de acuerdo y el proyecto se paró. Y entonces nació Vidas en positivo.

P. Ahora nos enfrentamos a una crisis sanitaria, ¿qué podemos hacer ver lo positivo, para salir fortalecidos y con esperanza?
R. Muchas emociones suceden cuando el suelo sobre el que pisamos tiembla y máxime cuando éste incluye pilares importantes de salud, economía, relaciones sociales... sobre todo cuando estamos tantos meses y tantas horas al día nutriéndonos de este clima.

En medio de esta crisis es importante saber aceptar y acoger que es normal que sintamos tristeza, desconcierto, rabia, impotencia, miedo, incertidumbre...

En medio de esta crisis, debemos recoger estas emociones que vienen de circunstancias externas, y depurarlas: si sientes tristeza, llora o permanece con ella los días que necesites, si sientes rabia, muévete, canta baila, corre, escribe... drena la rabia y cambia aquello que puedas y acepta lo que no puedas... si sientes miedo, respira, medita, relájate, date mensajes de paz, de tranquilidad, rodéate de personas nutritivas que te traigan al momento presente con paz y vuelve a tu centro y a recuperar la confianza viviendo en planes cortos de 24h y con atención plena evitando que la cabeza piense demasiado queriendo controlar el futuro.

P. ¿Cómo lograr tener una buena autoestima cuando las cosas no nos van bien (hemos perdido el trabajo, la enfermedad se ha cebado con nuestra familia...)?
R. La autoestima se forma con las experiencias de la vida que tenemos, cuando somos pequeños depende mucho de nuestro temperamento más que de la educación e imagen que nos hayan dado de nosotros, pero a partir de una edad esas experiencias comienzan a ser responsabilidad nuestra y forma parte de nuestro trabajo personal. En el caso de sentir una autoestima débil y querer fortalecerla, debemos poner atención y entrenarla amablemente. La autoestima es un concepto cambiante y además no es global, se puede tener mucha autoestima en un ámbito y poca seguridad en otro, pero generar una sensación de insatisfacción e inseguridad generalizada. Por eso es importante permanecer objetivo, realista, saber que todos tenemos fortalezas y áreas en las que somos muy hábiles, y decidir si queremos entrenarnos en mejorar en otras.

P.. Algunas de las consecuencias de la crisis son fobias (miedo a salir, a enfermar, a quedarse soltero/a...), ¿cómo poner freno a la ansiedad que nos generan estas fobias?
R. Las crisis son periodos de cambio con incertidumbre y conectan mucho con el miedo porque nuestro cerebro es para lo que viene más preparado, para protegernos. Cuando de una crisis nos hemos quedado atrapados en una fobia y en la ansiedad es importante ponerle remedio, pedir ayuda o ayudarnos a poder afrontar y aliviar ese estado. Un miedo puede ser afrontado individualmente, pero una fobia necesita generalmente ayuda de un profesional para abordarla y evitar que esta vaya a más. La respiración, la reestructuración cognitiva, es decir, el cambio de pensamiento, el apoyo terapéutico y la comprensión, hará que uno pueda atravesar esta crisis y superar esas sensaciones de fobia y de ansiedad.

P. ¿Cómo defines lo que denominas en tu libro como la inteligencia de vida?
R. La inteligencia de vida es la combinación de la inteligencia racional es decir nuestras capacidades cognitivas superiores memoria, planificación, razonamiento, etc..., con la inteligencia emocional que es la adaptación y gestión de nuestras emociones, conducta y comunicación, y la inteligencia espiritual que es la conexión profunda con nosotros, nuestro autocuidado, nuestro espacio interior y la amabilidad para nosotros y con el mundo.

P. ¿Cómo podemos aplicarla en el día a día? ¿Qué consejos darías para usar bien la cabeza y ponerla al servicio del corazón?
R. A día de hoy sabemos que el corazón como órgano también tiene células de composición neuronal, células con inteligencia cardiaca que responde muy bien a la frase de "el corazón tiene razones que la razón no conoce".

El corazón piensa en analógico y el cerebro en lógico, si ponemos ambos en conexión tendremos las respuestas que muchas veces nos generan tantas dudas internas.

Una de las dinámicas es poner la mano en el corazón al formular esa pregunta que tanta duda nos genera, tanta inquietud, y escuchar la respuesta que nos nace desde el corazón, desde el sentir profundo. Esta respuesta será la decisión, y nuestro cerebro será el que con su gran capacidad de ejecución se pondrá al servicio de nuestro corazón, es decir, al servicio de todo nuestro ser.

P. ¿Cómo considerar un lujazo decir lo que uno piensa a los demás?
R. Cuando ese compartir es un aporte hacia el mundo, cuando se tiene en cuenta el contexto, el momento, la persona, y es importante tener muy en cuenta como indicador si cuando lo que vamos a decir es mejor que el silencio. Decir lo que uno piensa es un lujazo tanto para el que se expresa, como para el receptor del mensaje, si éste es un intercambio comunicativo profundo entre el dar y el recibir. Decir lo que uno piensa es un lujo siempre que se exprese con respeto, con construcción, hablando desde el corazón y teniendo en cuenta lo que vamos a sumar o restar con el mensaje.

Decir lo que uno piensa con consciencia y amor es un lujo para todos.

P. ¿Qué nos dice la neurociencia sobre las relaciones sociales y su importancia para la persona?
R. La neurociencia dice que atendamos a tener relaciones saludables, que nos aporten, que nos den y a las que demos de una manera sana y constructiva, esto será pronóstico de éxito psicológico y emocional. La neurociencia dice además muchas cosas, como la capacidad que tenemos de reconocer caras los humanos, la preferencia que tenemos frente a estímulos humanos, la capacidad que desarrollamos de visualizarnos a través de otro ser humano, etc... Es decir, hablar de ser humano y relaciones sociales va de la mano con nuestro desarrollo y necesidad para evolucionar.

P. Hablas de la importancia de encontrar un propósito de vida, ¿es lo que necesitamos para dar sentido a nuestra vida?
R. El propósito de vida es aquello que encuentras que se te da bien, que te nace del corazón hacer, que contribuye a lo que te importa, o al mundo, que hace que este mundo sea un poco mejor, y que además no te quita la energía (te puede hasta recargar) y te ofrece una felicidad profunda. El propósito de vida puede ser muy evidente y fácil de ejercer como una carrera asistencial y vocacional. Pero también puede resultar todo un reto y una experiencia vital de crecimiento pudiendo ser algo sobre lo que se pone intención especial como el hecho de cuidar a un familiar enfermo, o dedicarte a una función en la que no encuentras sentido inicialmente, hasta que lo puedes ver desde tu corazón.

P. ¿Qué mecanismos debemos poner en marcha para sentir alegría y ganas de vivir?
R.
El agradecimiento, sin duda alguna, es uno de los grandes mecanismos para sentirte lleno, suertudo, feliz, y completo. Esto tiene grandes beneficios sobre nuestra salud, nuestro sistema inmune, nuestra estabilidad emocional y nuestro sentido de la vida.

P. ¿Se puede ser feliz cuando uno está triste o enfadado? ¿En qué consiste la felicidad? ¿Por qué dices que no es un sentimiento sino una emoción?
R. Si, se puede ser feliz a pesar de las emociones diarias que tengamos. Pero si nos enfocamos solo en una o unas emociones y las traemos continuamente a nuestra vida de manera voluntaria como la ira, el rencor, la culpa, la tristeza... finalmente estaremos descompensados y habremos hecho de unas cuantas emociones un estado vital que no nos dejará apreciar la felicidad. La felicidad es una actitud, es una decisión, no es una emoción propiamente. La felicidad nace de dentro, carece de causa y es un ejercicio voluntario decidir cómo quiero afrontar el mundo y cómo deseo interpretar lo que me sucede.

P. ¿Por qué dices que en la vida hay que seguir remando y no luchar? 
R. La lucha, a veces, nos mete en un sentido en el que hay otro enemigo contra el que hay que luchar y vencer y esto derrocha mucha energía, la lucha nos destapa muchas veces ira que no resulta muy positiva en grandes cantidades ni beneficiosa. Pero seguir remando es perseverar, es seguir, es caerse y levantarse, es apostar por nuestros sueños, nuestros objetivos, nuestros anhelos y vivirlos como algo posible mientras remo hacia la orilla.

P. ¿Por qué la actitud es el gran poder para una vida en positivo?
R. La actitud es el gran poder de la vida en general, porque es lo único que puedes controlar realmente siempre. La actitud que tú tomas frente a lo que sucede solo depende de ti. Por lo tanto, es una suerte pensar que está en nuestras manos cómo afronto cada situación y qué hago de ello. Vivir en positivo es mantenerse vivo, hacia delante, con una visión realista de la vida, pero siempre teniendo en cuenta que nuestra actitud determina nuestra felicidad.

Marisol Nuevo Espín

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