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8 trucos para que nuestras cenas en casa sean sinónimo de alegría

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No nos hace falta un espacio y un tiempo perfectos para construir nuestra familia. Nos basta con algo mucho más sencillo: la hora de la cena (o de la comida, o del desayuno, dependerá de cada casa) cuando todos nos damos cita alrededor de la mesa.

Es el momento ideal para crear esos vínculos que permanecerán de por vida, establecer esos caminos de comunicación entre unos y otros y generar recuerdos de la alegría compartida que hacen que ese lugar sea mucho más que una casa, sea un hogar.

1. Las buenas noticias compartidas se multiplicar.

Las alegrías que se cuentan en esa cena familiar, aunque sea por algo muy pequeño, crecen exponencialmente porque nos encanta lo bueno que les pasa a los demás.

2. Las malas noticias, entre todos, pesan mucho menos.

Si las alegrías compartidas se multiplican, las penas repartidas se dividen porque hacemos más ligera la carga del que sufre y además siente que no está solo.

3. Escuchamos y hablamos, sin sermones ni juicios.

La mesa de la cena no puede ser como un tribunal donde juzgamos y damos lecciones, sino un momento para compartir, escuchar, aprender, perdonar y vivir.

4. En público, resaltamos todo lo bueno de cada uno.

Que se sientan queridos y reconocidos, que sepan que valoramos mucho todo lo que logran, y también lo que no logran a pesar del esfuerzo que le han puesto.

5. Si tenemos que corregir a alguien, mejor en privado.

En público, las alabanzas. En privado, las correcciones, para que no se sientan avergonzados delante de los demás y se genere un clima de mayor confianza.

6. El humor es un aliado para «hacer familia» con alegría.

Las bromas, los chistes, las risas compartidas, ayudan a generar un buen ambiente en la familia y además le quitan mucho hierro a las contrariedades del día.

7. No tenemos miedo a tratar cualquier tema.

Nadie se puede sentir juzgado, tiene que haber una comunicación muy abierta, sin miedo a decir algo inconveniente. Sólo así confiarán en su hogar.

8. Gracias, perdón, por favor, las palabras mágicas.

La amabilidad tiene que ser el sello que marque la vida en nuestra familia porque sólo con esos detalles de caridad y generosidad se construye un hogar alegre.

La importancia de las cenas familiares.

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