"¿Por qué no contestas a mis mensajes?" "No me grites y quita esa cara larga." "No te confundas, no soy tu amiga, soy tu madre." "¡Papá! no le aguanto más y fue él quien empezó desde esta mañana." "Nuestros hijos se meten en nuestras conversaciones." "Cuando
discuten entre ellos, acabamos discutiendo todos."