Si hay un momento clave en la vida de un recién nacido, ese es el que pasa desde que llega a este mundo hasta una hora después. Es aquí cuando la lactancia materna es más importante que nunca, pues en estos primeros 60 segundos de vida transfiere al bebé nutrientes y anticuerpos clave para protegerle, además de favorecer el contacto piel con piel con la madre.