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A todas las personas les gusta pasarlo bien, y los niños no son una excepción. Pero también muchas responsabilidades que cumplir, especialmente a partir de septiembre, mes que supone el fin de la rutina de descanso relacionada con las vacaciones y empezar otro curso. Ver tan cerca las tareas, los trabajos escolares, los exámenes y todo lo relacionado con la vida académica puede causar cierta ansiedad en los niños.
Una ansiedad en la que también tiene que ver la actitud de los padres. En muchas ocasiones los niños se sienten presionados por las expectativas de sus progenitores respecto a sus notas. Si bien no hay que eludir las responsabilidades, tampoco hay que cruzar una línea que termine por estresar a los más pequeños, repercutiendo directamente en el éxito académico de los alumnos.
Transmitir tranquilidad
La pedagoga Cristina Moll recuerda que los padres son el espejo en el que se miran los niños, un faro en mitad del mar de cosas que no entienden. El primer paso de los progenitores en la vuelta al cole ha de ser mantener la calma. Los adultos también regresan al trabajo y esto puede ocasionar en ellos cierta ansiedad que se transmite a sus hijos como miedo al regreso a la rutina.
Si los padres se muestran estresados por el final de las vacaciones, los hijos vivirán la misma experiencia con su regreso al colegio. La misión de los adultos es ir paso a paso, sin perder el ritmo. Mostrarse tranquilos y aceptar su vuelta al mundo laboral como algo normal y con lo que hay que cumplir. Aunque tampoco hay que negar un pequeño periodo de adaptación a los niños.
Los padres deben evitar exigir el mismo ritmo de trabajo que se tenía antes de terminar el pasado curso. Poco a poco se debe poner más temprano el despertador y emplear las tardes para recuperar la rutina de las tareas para ir poniendo en marcha la maquinaria. En lugar de recordar constantemente que se va a volver al colegio, los progenitores deben hacer estos recordatorios con frases como "ya mismo estás junto a tus compañeros", "¡Cuántas cosas vas a aprender este año".
Lo que se debe evitar
A la hora del regreso de los niños al colegio, los padres deben recordar que hay ciertas cosas que deben evitar:
- Culpabilizarse. Aunque el niño llore, no hay que sentir culpa. Es el ritmo natural y cada año la vuelta al cole se repite.
- Utilizar el chantaje emocional en la despedida. No se debe decir a los niños que se les va a querer menos si son unos llorones ni hacerlos sentir unos cobardes.
- La mentira. Algunos padres prefieren decir a sus hijos que regresarán en breves a recogerlos. Esto sólo genera en los niños una mayor tristeza al sentirse engañados. Es mejor decir la verdad y recordar lo bien que se lo va a pasar junto a sus amigos.
- No mostrar pena. Tratar de mostrar empatía haciendo entender a los niños con frases como "pobrecito, qué mal rato has debido pasar" no es aconsejable. Lo recomendable es preguntar por cosas buenas, como si jugó a algo divertido o cómo están sus compañeros de colegio.
De igual manera, los padres deben actuar del siguiente modo durante la vuelta al cole:
- Llevar y recoger a los niños para que se sientan más seguros a la hora de ir al colegio. Además, los padres pueden aprovechar el regreso a casa para repasar la jornada y destacar lo bueno por encima de lo malo.
- Repasar en casa lo necesario para la vuelta al cole sin mostrarse agobiado ni estresado.
- Consultar dudas y coordinarse con los propios profesionales del centro.
Damián Montero
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