Que el coronavirus no traiga una dependencia a las pantallas. - ISTOCK
Las indicaciones del Gobierno frente al coronavirus son claras: permanecer en casa hasta que el riesgo por contagio no exista. Una obligación que ha llevado a la cancelación de las clases y a la estancia por un largo periodo de tiempo de los hijos en el hogar. Quedan pospuestas salidas al parque, visitas a museos o, incluso, acudir al cine para ver la nueva película en la cartelera.
¿Cómo evitar el aburrimiento? Muchos de estos escolares recurrirán a las nuevas tecnologías para encontrar actividades que realizar. Y si bien estos dispositivos aseguran la comunicación con el exterior, así como otras facilidades para mantener el ritmo académico, no hay que caer en el abuso de las pantallas. Con este fin, cabe recordar las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap.
Decálogo para un buen uso
¿Cómo conseguir que la estancia en casa no se transforme en una época de abuso de las nuevas tecnologías? AEPap recomienda las siguientes:
1. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) pueden ser muy positivas para el aprendizaje de niños y adolescentes. También permiten adquirir habilidades tecnológicas que necesitarán en su futuro.
2. Recordar que un mal uso puede generar problemas físicos (dolor de espalda, fatiga ocular, problemas del sueño, sedentarismo*), académicos (menor concentración o rendimiento*), psíquicos (adicción, estrés*) y sociales (aislamiento, perdida de interés*.). Por ello, hay que evitar su abuso, incluso durante este periodo de estancia en casa.
3. Los padres deben formarse e informarse para educar a sus hijos en un uso responsable. Sea un modelo para ellos. Establezca normas y ponga límites. No use videoconsolas, tabletas, ordenadores, teléfonos inteligentes (smartphones)* antes de los 2 años. Por la noche y durante las comidas guárdelas en un lugar común, respetando los momentos de comunicación familiar y el descanso.
4. Evitar que accedan a contenidos de riesgo (bulimia, anorexia, violencia, pornografía, pedofilia, consumo de drogas, juegos, fraudes comerciales, vídeos de moda con conductas de riesgo, etc.). Para ello, nada mejor que apostar por programas de control parental. Tenga en cuenta la orientación por edades y temáticas de los videojuegos y programas de entretenimiento (código PEGI).
5. Proteger todos los dispositivos con conexión a la Red con antivirus, bloqueos de pantalla, contraseñas y códigos fuertes. También se recomienda actualizar los sistemas operativos y sus programas.
6. Los padres deben enseñar el valor de la privacidad propia y de los demás. Lo que se sube a la Red se puede modificar, compartir y puede permanecer para siempre.
7. Se debe enseñar el respeto a los demás. El ciberacoso o ciberbullying es cuando entre menores se insultan, amenazan, chantajean y humillan de forma reiterada a través de una red social. El sexting es el envío de material erótico o pornográfico. Ambos pueden tener serias repercusiones: sociales y emocionales para quienes lo sufren y legales para quienes lo realizan.
8. Aprovechar esta estancia conjunta en casa para que los padres establezcan un uso compartido de las nuevas tecnologías. Acompañar a los hijos en este mundo tecnológico servirá para transmitir buenos valores en este sentido.
9. Establecer un horario de uso de las nuevas tecnologías. Las rutinas no deben cambiar durante este periodo, los padres deben establecer un horario para que los hijos accedan a estos dispositivos y ellos mismos respetarlos para predicar con el ejemplo.
10. Buscar alternativas. En casa pueden realizarse muchas actividades: manualidades, juegos, etc. Todas estas opciones son buenas alternativas al uso de las nuevas tecnologías y a su abuso.
Damián Montero
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