Actualizado 08/05/2020 12:27

Aitor Álvarez Bardón: "El aprobado general premia la falta de esfuerzo"

Aitor Álvarez Bardón, maestro y director del Máster en Neuropsicología y Educación de UNIR
Aitor Álvarez Bardón, maestro y director del Máster en Neuropsicología y Educación - UNIR

Ante un final de curso atípico marcado por la ausencia de alumnos en las aulas y los exámenes online, muchos estudiantes se plantean si conseguirán pasar de curso, si se adaptaran a los nuevos formatos de examen, si conseguirán la nota que necesitan...

Para despejar las dudas de esta desescalada educativa, hablamos con Aitor Álvarez Bardón, maestro en Educación Especial, Licenciado en Psicopedagogía y Doctor en Psicología y Ciencias de la Educación, cum laude, por la Universidad de León y Premio extraordinario de fin de carrera. Actualmente, es director del Máster en Neuropsicología y Educación de Universidad Internacional de la Rioja.

Dudas ante un final de curso atípico

P. ¿Cómo se va a favorecer que los alumnos pasen de curso?
R. La repetición de curso siempre es una medida excepcional que, según la legislación vigente, solo podrá aplicarse una vez en un mismo curso, y dos veces en toda la etapa, y solo tras haber agotado las medidas ordinarias de refuerzo y apoyo. Pero parece ser que incluso con el planteamiento actual se ha ido un poco más allá, ya que se han eliminado el número de asignaturas suspensas como indicador de cuándo un alumno debe repetir. Por tanto, entiendo que no es que un 4 se convierta en un 5, si no que se está pidiendo a la comunidad educativa la flexibilización de los criterios de calificación, facilitándoles para ello las medidas legales necesarias.

P. ¿Qué problema hubiera supuesto un aprobado general como el de Italia para nuestros niños?
R. El aprobado general es una medida que, incluso en situaciones tan complicadas y poco habituales como la que estamos viviendo actualmente, premia la falta de esfuerzo y devasta la motivación, el interés y la capacidad de superación. Que se flexibilicen los criterios de evaluación parece una medida necesaria, pero sin duda debemos exigir un mínimo de interés a los alumnos. No les podemos enseñar que las cosas se consiguen sin esfuerzo.

P. ¿Es una medida para que los niños no dejen de estudiar?
R. Realmente dependerá de la responsabilidad y la motivación de cada alumno, y de la respuesta de su entorno, pero sin duda aquel alumno que más ayuda necesita, porque esté menos motivado o interesado en el aprendizaje, es al que menos benefician este tipo de medidas.

P. ¿Se realizarán exámenes para los alumnos que quieran subir nota?
R. Sobre este tema no se han manifestado todavía las autoridades educativas, pero parece poco probable porque si en algunas Comunidades Autónomas no es posible avanzar materia y se torna difícil una evaluación al uso, con examen y numérica.

Parece imposible que se valore realizar exámenes para intentar conseguir una mejor calificación.

No obstante, un modelo de evaluación educativa más basado en las competencias y en el proceso de aprendizaje, y no tanto en la adquisición de conocimientos, facilitaría esta situación. Esto no quiere decir que no haya que valorar y dar importancia a la adquisición de conocimientos ya que son fundamentales para que los alumnos desarrollen las competencias que les ayuden a desenvolverse en su día a día, así como para enfrentarse a los nuevos retos que se les van planteando.

P. ¿Cómo va a aplicarse esta medida por comunidades en colegios, institutos y universidades?
R. Las competencias en educación están transferidas a las Comunidades Autónomas y esto hace que se plantee un horizonte muy diverso en cuanto a las medidas a tomar. Por tanto, veremos diferentes medidas y formas de actuar dependiendo de los criterios que se tomen. En cuanto a las Universidades es un escenario diferente ya que son instituciones que gozan de autonomía y auto-gobierno por lo que deben tomar las medidas que consideren más adecuadas en colaboración con la autoridad competente de su tutela, siendo estas, las Comunidades Autónomas a la que pertenecen. No obstante, se disponen de mecanismos para unificar ciertos criterios a nivel universitario y establecer así unos mínimos que den respuesta a este tipo de situaciones.

P. ¿Cómo se realizarán los exámenes online? ¿Qué harán las familias que no tengan acceso a la tecnología?
R. Cada centro educativo está procurando adaptarse de la mejor manera utilizando las herramientas que tienen a su disposición. No obstante, dependiendo de la situación previa de cada institución ha sido más fácil o menos implantar este tipo de medidas. Hay centros de educación primaria, institutos o Universidades que ya utilizaban herramientas digitales, plataformas o sistemas on line, y por tanto para estas ha sido mucho más fácil el proceso, aunque también haya sido un reto, pero en cambio para aquellas que no tenían ningún tipo de experiencia está siendo una situación difícil de superar. En cuanto a las familias sin acceso a internet parece que se van tomado medidas muy poco a poco, pero es uno de los grandes retos a los que no se ha dado la respuesta necesaria. Se ha hecho más evidente que nunca la brecha digital, y es algo sobre lo que debemos reflexionar y trabajar a partir de ahora, pensando en el futuro.

P. ¿Qué va a pasar con los alumnos de Selectividad?
R. Es una pregunta difícil de responder porque dependerá de la evolución de la pandemia, del estado de alarma y de las decisiones que se vayan tomando respecto a la vuelta a la "normalidad". No está claro cuándo y cómo se van a hacer los exámenes, aunque la fecha prevista es para el mes de julio. De todas maneras, la dificultad respecto a este tema radica en que cada Comunidad Autónoma es responsable de esta prueba, pero los centros educativos tienen cierta libertad para distribuir los temarios de forma diferente a lo largo del curso, por lo que nos podemos encontrar con escenarios muy distintos.

Si solo se tienen en cuenta los contenidos impartidos en el primero y segundo trimestre, los temarios estén en un estado de desarrollo diferente en cada caso y por tanto nos encontremos un escenario muy diverso.

Es un tema complicado para poder dar una respuesta sin un adecuado estudio en profundidad y amplio consenso educativo y político.

P. ¿Y con los alumnos de último año universitario?
R. Como se ha comentado antes, habrá Universidades a las que por su condición o sistema de estudio esta situación les ha afectado menos y, en consecuencia, es más fácil que los alumnos del último año estén pudiendo finalizar sus estudios con cierta normalidad. No obstante, dependerá de cada institución, el tipo de carrera y el plan de estudios.

P. ¿Tendremos fechas para repescas y segundas oportunidades? ¿Habrá un examen (tipo el antiguo septiembre) si no se aprueba en junio-julio?
R. No se puede descartar ningún planteamiento, pero por ahora no parece que sea una opción dentro de nuestro sistema actual.

Marisol Nuevo Espín

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