Entre los principios básicos de la disciplina positiva encontramos: Y es que está demostrado que los gritos y los castigos son contraproducentes en los niños. Son efectivos a corto plazo, sí, pero los estudios muestran que pueden afectar al desarrollo emocional y social de los niños. Además, no enseña al niño a portarse bien o ser bueno, sino solo a evitar que le "pillen". En resumen, consiste en implicar al niño para que se sienta motivado a respetar las normas. Si el niño comprende por qué hay ciertas normas y la importancia de respetarlas, habrá más posibilidades de que las cumpla y las interiorice, haciéndose responsable de sus actos. Pero, en contra de lo que piensa mucha gente, no se trata de evitar los límites y las normas, puesto que estos son buenos y necesarios en la educación y la crianza de un niño, sino de imponer normas y límites apropiados a su edad y de hacerles entender por qué es importante respetar esos límites. Siguiendo estas directrices, se conseguirá no solo que el niño se porte bien, sino también establecer una mejor relación entre padres e hijos. ¿Qué hacer cuando el día a día te supera? Por desgracia, el estrés y las prisas pueden hacer que muchas veces perdamos la paciencia y acabemos gritando a nuestros hijos, algo contraproducente y negativo para su desarrollo. Para evitarlo, podemos seguir estos consejos: Te puede interesar: