Hoy celebramos el segundo domingo de Adviento, el domingo de la paz. Pensamos en propósitos que puedan llenar de paz el lugar donde vivimos.
De este modo, estamos preparando la venida de Jesús y nuestros corazones estarán dispuestos para recibirlo.
No se trata de hacer imposibles, sino de prestarle más atención a los pequeños detalles de caridad.
Te damos algunas pistas para sembrar la paz
1 Hoy ayunamos de críticas.
No decimos nada malo de nadie ni aunque sea merecido, porque así sembramos de paz nuestra casa y generamos un clima de optimismo.
2 Ayudamos más a los demás.
Ese pequeño detalle que le hará sentirse mejor, que le facilitará la vida y le dará más paz, porque está con mucho agobio y le viene bien.
3 Hacemos más de lo habitual.
Incluso lo que no nos toca porque es responsabilidad de otro, pero así hacemos que la vida en la familia sea más amable y alegre.
4 Quitamos hierro a las cosas.
Ponemos de nuestra parte para resolver con más facilidad los pequeños conflictos cotidianos que tienen poca importancia pero que nos hacen sufrir.