Actualizado 24/08/2016 08:25

Claves para la alimentación sana de tu hijo en el segundo año de vida

Los dos años del niño significan el comienzo de su autonomía en la mesa
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¡Llegaron los 24 meses! Nuestro pequeño ya ha dejado de ser un bebé y han cambiado muchas cosas en su vida. La alimentación a los dos años no puede ser la misma que cuando nuestro hijo tenía apenas unos meses, ahora puede comer de todo y sentarse en la mesa familiar.

Los dos años es el momento preciso para fomentar la autonomía de nuestro hijo, algo que se produce también en la alimentación con, por ejemplo, sus gustos culinario y conseguir alimentarse solo.

"El aparato digestivo del bebé ya ha madurado", explican desde la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria, AEPED , que comentan que es por esto por lo que ya puede comer lo mismo que el resto de la familia. "Como es lógico, la transición a la dieta familiar "normal" se irá haciendo poco a poco", precisan.

Aprender a comer en familia

La primera recomendación que dan los pediatras es que el niño coma habitualmente junto a toda la familia. "Así irá probando alimentos que comen los demás y aprenderá comportamientos y habilidades", explican los expertos, que recuerdan lo importante que es animar al pequeño a que pruebe todos los alimentos y a que mastique bien.

Un punto importante es el de comer con las manos. Aunque hoy en día casi ni se nos ocurre no usar cubiertos, lo cierto es que comer con los dedos es positivo para los niños, porque así explora y conoce la comida. Los pediatras también aconsejan no reñir si se mancha o derrama la comida, aunque hay que enseñarle a beber en vaso y a utilizar cubiertos.

La leche a los dos años

¿Llegaron los dos años y tu hijo sigue tomando el pecho? No hay que alertarse en absoluto. Los pediatras recuerdan que la leche materna mantiene sus cualidades nutritivas y sigue aportando defensas (y consuelo), por lo que si el niño aún lo quiere, "puede continuar haciéndolo todas las veces que quieran madre e hijo".

Sobre la transición a la "leche para adultos" también hablan los pediatras, que aseguran que no es necesario dar a nuestros hijos la conocida como 'leche de crecimiento'. "Puede empezar a tomar leche de vaca entera esterilizada o pasteurizada, la misma que tome el resto de la familia", matizan.

En este punto, los expertos aseguran que los dos años son el momento final del biberón, a partir de esta edad el niño no debe seguir tomándolo. Asimismo, recomiendan dos o tres porciones de lácteos al día, incluyendo quesos y yogures.

Claves del menú a los dos años

A la hora de dar de comer a nuestros hijos debemos tener en cuenta algunas claves que nos ayudarán a enseñar hábitos de vida saludables. Lo esencial es una cosa: "importa más la variedad que la cantidad de alimentos", sentencian los pediatras.

-  Lo primero que debemos tener en cuenta es la presencia de vegetales: las frutas, verduras o legumbres se deben tomar a diario.

-  También debemos dar cada día a nuestros hijos cereales y feculentos, pues estos alimentos aportan energía. Entre ellos se encuentran el pan, el arroz, las patatas y la pasta.

-  ¿Qué hacemos con las proteínas de carnes, pescados y huevos? La respuesta es clara: se deben ir alternando en comida y cena.

-  Puede tomar purés, pero conviene que se acostumbre a masticar. Así, es menester que, aunque coma menos, demos a los niños comida sólida para que desarrollen la mandíbula y los dientes.

-  La variedad de la dieta garantiza que toma todas las vitaminas y nutrientes necesarios.

-  A partir de los 18 meses comienza una etapa de inapetencia "natural". Come menos porque ahora crece un poco más despacio. "Se debe respetar la saciedad y nunca forzar a comer", recomiendan los pediatras.

Qué debemos evitar a la hora de comer con nuestro hijo de dos años

Al igual que los pediatras dan unas claves para cuidar la alimentación de nuestros hijos, tienen en mente que a veces los padres fallamos a la hora de organizar las comidas. Esto es lo que debemos evitar, en palabras de la AEPED.

-  Tomar lácteos en exceso. Aunque la leche es todavía fundamental en su alimentación, es suficiente con que tome 3 o 4 raciones al día de leche o sus derivados. Si toma más, comerá menos de otros alimentos. Y eso puede ser motivo de estreñimiento.

-  Tomar un lácteo como postre del almuerzo del mediodía. El calcio de la leche dificulta la absorción de hierro. Es mejor tomar un poco de fruta rica en vitamina C

-  Los zumos envasados. No aportan ningún nutriente necesario (solo azúcares). Sí puede tomar un poco de zumo natural.

-  Dulces, golosinas y postres azucarados. Además del riesgo de caries, se convierten en favoritos y disminuye el apetito por la comida normal.

-  No obligar a terminar la porción. Cada niño come lo que necesita porque su propio cuerpo se lo indica, no hay que forzarle.

Damián Montero

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