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Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida es cada vez mayor y alcanza los 80 años y que la edad media para empezar a tener hijos se sitúa a partir de los 30 años, parece que tener calidad de vida es fundamental para dar lo mejor de nosotros mismos durante estos años y para ello es esencial cuidarse.
La población española está envejeciendo. De hecho, España será el país más envejecido del mundo en 2050, según la ONU, que calcula que el 40% de la población se encontraría por encima de los 60 años. Y a esto hay que añadirle que España también es uno de los países con mayor esperanza de vida, con una media de 82,83 años, según el Banco Mundial.
En España la edad media para tener hijos se sitúa actualmente en los 31,9 años, según el Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2018 del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). De esta forma, España es el país con la edad media más alta de toda la Unión Europea a la hora de procrear y el quinto con menor tasa de fecundidad.
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Claves para cuidarse a partir de los 30 años
Ahora vivimos más que antes, es un hecho, pero también lo es que los hombres españoles que hayan sido o quieran ser padres tienen muchas probabilidades de serlo ya pasados los 30 y vivir hasta pasados los 80, con el inevitable riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Teniendo en cuenta que tener hijos resta horas de sueño, de tiempo libre para hacer ejercicio, cocinar platos saludables, etc., es buena idea dedicar un esfuerzo extra para adquirir buenos hábitos en esta etapa.
La clave es que vivamos bien. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe elaborado con motivo del Día Mundial de la Salud, dictaminó que "dado que a menudo las enfermedades no transmisibles en la vejez son consecuencia de comportamientos o exposiciones en etapas anteriores de la vida, deben instaurarse estrategias que reduzcan estos riesgos a lo largo de toda la vida". Para comenzar con estas prácticas, los geriatras recomiendan hacerlo a partir de los 30 años, y no esperar hasta los 50 ó 60.
5 cuidados básicos a partir de los 30 años
1. Flexibilidad laboral: los padres contarán con 8 semanas de baja paternal a partir de abril, que se incrementarán hasta las 16 en 2021, pero tras ellas, llega la temida vuelta al trabajo. Según la compañía Regus, el 85% de los padres que trabajan prefieren la flexibilidad frente a otros beneficios. Y es que el 81% consideran que el mejor beneficio que puede obtener es equilibrar mejor la vida personal y la laboral. De hecho, el 85% está dispuesto a ocupar su hora de comer para trabajar y poder así salir antes. Si es posible, la mejor solución es pactar con la empresa un horario flexible, para poder hacer jornada intensiva, tener libertad de entrada o salida, trabajar por resultados más que por horas, teletrabajar...
2. Alimentación saludable: los investigadores de la Universidad de Northwestern (Chicago) revelaron que los padres engordan una media de 1,6 - 2 kg. con la llegada del bebé, debido a las pocas horas de descanso que disfrutan y a la falta de tiempo para hacer deporte y alimentarse correctamente. En estos casos, se recomienda dejar tuppers con comida preparada en el congelador antes del parto, para que el regreso a casa tras el hospital sea más relajado. Una vez que estos se terminen, es aconsejable utilizar servicios de compra a domicilio, en lugar de pedir comida. Esto permitirá a los padres encajar las compras en su nueva y apretada agenda como cuidadores de un bebé, para así preparar platos sencillos, pero caseros y saludables, como ensaladas con hortalizas, pasta, arroz o legumbres. La clave es evitar caer en los precocinados, congelados, productos azucarados o comida rápida, que son la opción más sencilla cuando no abunda el tiempo.
3. La práctica de deporte (con carrito, si hace falta): el ejercicio es un gran mecanismo de prevención de enfermedades, ayudando a tener una correcta circulación. Se recomienda coordinarse con la pareja para poder disponer de un tiempo libre para realizar un ejercicio moderado de 30 minutos 5 veces a la semana, como andar o montar en bicicleta, pudiendo sustituir así recorrer en coche distancias cortas o subir en el ascensor. Una opción fácil y que puede se disfrutar también en familiar es pasear a paso rápido con el carro del bebé.
4. La importancia del sueño: el Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI en sus siglas en inglés) calcula que los padres pierden entre 400 y 700 horas de sueño durante el primer año de vida de su bebé. Esto equivale a 50 o casi 90 días, es decir, un mes y medio o tres meses de sueño perdido. La recomendación de dormir de 7 a 8 horas viene de la necesidad de que la musculatura y el cerebro descansen lo suficiente. Para conseguirlo, las mejores propuestas son realizar ejercicios de relajación, como yoga o mindfulness, no acostarse con hambre ni habiendo discutido antes o apagar el teléfono. En cuanto a organización, la opción más práctica cuando ambos padres han terminado su baja en el trabajo o el periodo de lactancia se ha acabado es cuidar del bebé en noches alternativas.
5. Vigilar los niveles de estrés: tal y como recuerda la Fundación Española del Corazón, el estrés es un factor de riesgo cardíaco. Y un nuevo hijo es un gran foco de estrés. Los padres tienen menos tiempo para dedicar a su relación, a quedar con amigos y al ocio en general. Por supuesto, el menor tiempo de esparcimiento, las nuevas obligaciones y la falta de sueño afectan al humor y eso se convierte en una bomba de relojería para una pareja. Por supuesto, las discusiones y la tensión son una fuente de estrés, que se une al propio estrés de cuidar a un hijo.
Como último paso tras vigilar la alimentación, el deporte, el sueño, etc. es importante que los nuevos padres dediquen tiempo para sí mismos y para su pareja, además de relativizar para evitar que los niveles de estrés se disparen.
Miguel Serrano. Director técnico de Ondalium.
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